EE UU quiere nueva resolución de la ONU sobre Irak, pero sin ceder el mando militar

Estados Unidos está a favor de una nueva resolución de Naciones Unidas sobre Irak antes del 1 de julio, una vez sea transferida la soberanía al nuevo Gobierno, y quiere que la OTAN asuma parte del control, pero excluye ceder todo el mando militar. Así lo advirtió el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, en la reunión de ayer en Bruselas con los ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica, ampliada a partir de ahora a 26 socios tras el ingreso de Letonia, Lituania, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Rumania y Bulgaria.

"Aún no se ha definido qué función deberá desempeñar la OTAN. Estados Unidos cree que tiene que asumir un papel importante, y entre las opciones que se barajan están la asunción del mando de una parte del territorio o el adiestramiento de las futuras fuerzas armadas", afirmó Powell. "Estoy convencido de que el nuevo gobierno pedirá la presencia de soldados extranjeros y que la actual coalición internacional continuará en su actual formato", agregó, excluyendo así que EE UU traspase todo el control a una fuerza de paz bajo el mando de Naciones Unidas.

"Yo he percibido de esta reunión que los países de la OTAN quieren que haya una nueva resolución sobre Irak y que la ONU desempeñe una función política clara" a partir del próximo 1 de julio, declaró el secretario general de la Alianza Atlántica, el holandés Jaap de Hoop Scheffer. Sin embargo, eludió concretar los detalles militares. Powell manifestó el jueves por la noche, en una entrevista en la televisión alemana, que respetaba la decisión del próximo Gobierno español de retirar su contingente de tropas en Irak el próximo 1 de julio si la ONU no asume el control político, y aseguró que antes de entonces habrá una resolución de la ONU. Powell expresó sus dudas anoche de que la futura resolución vaya a ir lo suficientemente lejos como para impedir la retirada de tropas españolas.

En realidad, Washington ha comenzado ya a trabajar sobre la elaboración de un texto con el apoyo británico, pero no tendrá ahora fáciles aliados en el Consejo de Seguridad. España, que es aún miembro de ese órgano hasta el 31 de diciembre, sumará sus reservas a las planteadas antes de la guerra por Francia y Alemania. Franceses y alemanes expresaron en Bruselas cautela sobre una eventual participación militar en la reconstrucción del devastado país.

El tema iraquí ocupó apenas veinte minutos del almuerzo de los ministros, pero se abordó con más detalle en las reuniones bilaterales. Ausente la española Ana Palacio, cuyo país ha sido hasta las elecciones del 14-M un firme pilar de la coalición internacional, Powell halló toda la comprensión en los representantes de los nuevos países miembros, y especialmente en el polaco Wlodzimierz Cimoszewicz. Éste dijo que debilitar la coalición internacional causará más terrorismo y se declaró partidario de que la OTAN tenga un mayor papel en Irak. Menos dudas tuvieron los ministros de Exteriores de Eslovaquia y Rumania, Eduard Kukan y Mircea Geoana, que se mostraron contundentes sobre su "apoyo total" a la misión de EE UU.

El terrorismo estuvo presente en la reunión, que expresó su repulsa por el atentado de Madrid. Los ministros reafirmaron la gran preocupación por la amenaza que supone el fenómeno y su determinación para luchar contra el mismo.