Órdago de Annan tras el cambio turcochipriota

Madrid

Después de tres días de conversaciones sobre cómo organizar las conversaciones de Chipre, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se despidió de las partes en la madrugada neoyorquina del viernes con malos augurios. Grecochipriotas y turcochipriotas fueron emplazados pocas horas después en la sede de Naciones Unidas sin más alternativa que la de firmar o rechazar un plan de folio y medio.

El órdago de Annan prosperó esta vez. Hace un año, su anterior ultimátum para reunificar la isla mediterránea fue ignorado por el líder turcochipriota, Rauf Denktas. Ahora la resistencia procedía de los grecochipriotas, encabezados por el presidente Tassos Papadopoulus, quien bloqueaba el acuerdo al exigir la presencia de representantes de la UE en las negociaciones. Las presiones ejercidas por Washington y Londres, antiguo poder colonial en Chipre, sobre Atenas, que celebra elecciones el mes que viene, acabaron por vencer la resistencia griega, según la agencia Reuters.

La Comisión Europea afirmaba ayer que no va a presionar para participar oficialmente en las conversaciones, si bien se puso a disposición de las partes, informa Bosco Esteruelas desde Bruselas. "La Comisión nunca ha solicitado un papel oficial en las conversaciones", afirmó ayer un portavoz del Ejecutivo comunitario en Bruselas. "No hay sitio en Europa para alambradas, campos de minas y fuerzas de interposición", advirtió el presidente de la Comisión, Romano Prodi, tras felicitarse por la reanudación de las negociaciones sobre Chipre.

Annan parece haber aprovechado la oportunidad que le brindó Denktas el jueves al aceptar sin condiciones el papel de árbitro final en las negociaciones que se reserva el secretario general de la ONU.

Debilitado tras el éxito de la oposición en las elecciones grecochipriotas del pasado diciembre y presionado por Ankara -que aspira a contar con su propio calendario de negociaciones de adhesión este año- el veterano Denktas ya sólo busca un lugar en la historia tras haber conseguido colocar a su heredero político, su hijo Serdar, en la nueva coalición de Gobierno.