Penas mínimas para independentistas por unos incidentes ocurridos en 1997

La titular del Juzgado de lo Penal número 6 de Barcelona impuso ayer penas de año y medio de prisión por el delito de atentado y desórdenes públicos para cada uno de los siete jóvenes indepentistas involucrados en incidentes con la policía tras una manifestación del día de Sant Jordi de 1997. La juez dictó la sentencia en la sala después de que el fiscal propusiera y alcanzara un pacto con los letrados de la defensa, que consistió en rebajar drásticamente su petición inicial (penas que sumaban hasta ocho años de cárcel) al suprimir la acusación de manifestación y asociación ilícita además de reducir la cuantía de las multas. A cambio, los jóvenes reconocieron los hechos.

El fallo fue acogido con satisfacción, fuera de la sala, por el centenar de familiares y amigos de los jóvenes, que no ingresarán en prisión y deberán abonar multas por daños y lesiones a los policías. Marc Palmés, abogado de tres de los siete acusados, sostuvo que éste es el típico caso de dilación indebida de la justicia al verse los hechos con siete años años de retraso. "La condena, en todo este tiempo, la hemos pagado sobradamente tanto nosotros como nuestras familias", dijo Marc, uno de los jóvenes, que lamentó que el juez archivara en su día la denuncia que cursaron por malos tratos e insultos en comisaría. El grupo promoverá una campaña en favor de su indulto.