"La bronca por la letra pequeña del pacto ha sido espectacular"

Cansado pero satisfecho, Joan Puigcercós (Ripoll, 1966), el negociador de ERC (Esquerra Republicana), explica que su partido ha querido evitar la confrontación entre catalanismo e izquierda.

Pregunta. ¿Cuándo se decantaron hacia el pacto de las izquierdas?

Respuesta. El viernes antes del fin de semana largo. Fue la primera vez que la dirección se lo planteó seriamente.

P. ¿Qué les llevó a tomar esa decisión?

R. Ver que el Gobierno de concentración no era posible. Teníamos que tomar una opción. Y, por unanimidad, nos decidimos por el acuerdo de izquierdas.

P. Pero el rechazo a la concentración se veía desde el primer día.

R. No. Si leías editoriales de prensa, de Barcelona y de Madrid, incluso parecía que algunos tiraban la toalla. Con lo que lo más lógico era la oferta de concentración.

P. ¿Qué argumentos les inclinaron?

R. Varios. Uno fue la sensación de que con CiU no funcionaría. Veíamos muy difícil desincrustar los hábitos de 23 años con CiU dentro. Otro fue ver que la mayoría CiU-ERC, la mayoría nacionalista como la llaman ellos, no aportaba nada nuevo. Todos sabemos hasta dónde puede llegar CiU, después de estos 23 años. Un tercer argumento es la teoría de las placas tectónicas, como la define Josep Huguet. Cataluña es como una placa tectónica con una sima entre la comunidad catalanista y la izquierda. Nuestra función histórica no es ahondar esta sima sino taparla.

P. ¿Este pacto lo garantiza?

R. Nosotros garantizamos la unidad civil de Cataluña. Y rompemos la dinámica del PP, a la que a veces han contribuido algunos en el PSOE, entre nacionalistas y no nacionalistas. Para nosotros, ese es un esquema falso. Lo que hay es derecha e izquierda y centralismo contra catalanismo. Nosotros hacemos la opción catalanista.

P. CiU dice que les han engañado.

R. Una excusa patética, de patio de colegio. Lo que pasa es que tienen mala consciencia.

P. ¿Por qué?

R. Porque durante años han maltratado a ERC y al independentismo. Creían que teníamos la obligación de apoyarles. En algún momento pudo parecerlo, como en la etapa de Angel Colom. Pero en el fondo nunca ha sido así.

P. ¿Ha sido fácil negociar con los socialistas?

R. No. Somos dos galaxias diferentes. Ellos llevan muchos años gobernando grandes instituciones y al final acaban sin imaginación y un organicismo administrativo. Nosotros tenemos frescor y nos movemos más por principios. La bronca por la letra pequeña del pacto ha sido espectacular.