Mas no asistirá al traspaso de poderes

Artur Mas evitará verse frente a frente con Josep Lluís Carod Rovira en su despacho de conseller en cap cuando se realice el traspaso de poderes. "Ya existe una estructura funcionarial y un archivo general en la Generalitat", apuntaron fuentes de Presidencia, "en el que se depositará toda la documentación del Gobierno que necesiten los nuevos consejeros". "Todo estará ordenado y correcto", agregaron con cierta sorna.

Mas, como otros consejeros, no se verá en persona con su sustituto porque, como afirmó ayer, "ha sido un pacto contra CiU de gente ávida de poder". Un destacado miembro del Gobierno catalán rechazó ayer, indignado, que alguno de sus compañeros se lleven documentación de sus despachos. "Si quieren les dejamos nuestras fotos. Si necesitan ayuda [los nuevos consejeros] sólo tienen que llamarnos", añadió.

Será previsiblemente unos días antes de Navidad cuando se produzca el reglamentario traspaso de poderes y los consejeros tomen posesión de sus cargos y los despachos. Un acto protocolario que carece de precedentes en 23 años en Cataluña, salvo cuando la Generalitat provisional presidida por Josep Tarradellas.

Pero en 1996, cuando el Partido Popular accedió a La Moncloa, el traspaso de funciones con los socialistas fue "ejemplar", según un ex alto cargo de La Moncloa. Entonces, se crearon comisiones mixtas entre el PP y el PSOE en cada ministerio, que coordinaron los secretarios de Estado, y los ministros intervinieron en el tramo final de las negociaciones. Incluso Alfredo Pérez Rubalcaba esperó a su sustituto, Francisco Álvarez-Cascos, en el despacho del Ministerio de Presidencia.

Por otra parte, en una carta enviada por Jordi Pujol, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida a la militancia de CiU se afirma que la federación "mantiene" su capacidad de "jugar un papel determinante" en Cataluña y que sigue siendo "de mucho" la primera fuerza nacionalista. "Ahora en la oposición es el momento de demostrar la fortaleza del partido", concluye.