Balza culpa a los sindicatos de la Ertzaintza de "poner en peligro" servicios públicos

El consejero del Interior, Javier Balza, terció ayer en el último y profundo enfrentamiento que su departamento mantiene con todos los sindicatos policiales después de que el pasado día 27 fracasase la primera reunión negociadora que ambas partes mantenían desde hacía casi un año.

Entrevistado por ETB, Balza reconoció a los sindicatos su derecho a mostrar "cierto nivel de reivindicación", pero lamentó que, en ocasiones, dicha estrategia "haya puesto en peligro algunos servicios públicos".

Se refería de esa forma a lo que, según él, ocurrió en las elecciones municipales del pasado mes de mayo, "cuando se promovieron bajas masivas [de ertzainas] que pusieron en riesgo determinados servicios públicos y que hubo que cubrir con agentes que no participaban de esa estrategia".

El consejero acusó a las centrales de practicar "acciones muy duras" contra su departamento,

planteando sus reivindicaciones "en términos de ruptura total de reglas, de extorsión y de amenaza", y auguró que el conflicto que les enfrenta por cuestiones salariales y de seguridad será "probablemente" largo.

Planteó además la necesidad de promover una reflexion en el seno de la Ertzaintza para dirimir "qué está pasando con esta estrategia de ruptura por parte de los sindicatos", así como su interés en que "el ciudadano no sienta el conflicto".

Recurso al Supremo

Balza aprovechó además para confirmar que su departamento recurrirá en casación ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo la reciente sentencia del Superior que le obliga a colocar la bandera de España en la Academia de la Ertzaintza en Arkaute.

El consejero mostró su "total discrepancia" con la resolución de la Sala de lo Contencioso del máximo tribunal vasco, que ha fallado, en respuesta a una demanda de la Delegación del Gobierno central, que la enseña rojigualda debe ondear de forma permanente en todos los edificios las instituciones del Estado.

El titular de Interior replicó: "Esto recuerda un poco a épocas que creíamos ya pasadas, no hay más que mirar la criminalización de la ikurriña que está habiendo en Navarra". Balza sostuvo que hasta ahora ha ondeado en Arkaute la que él considera que "la mayoría de la sociedad entiende que es el símbolo de la Policía, la bandera de la propia Ertzaintza y la ikurriña".