Lizarralde logra el Euskadi de Literatura en euskera con la historia de una huida

El guipuzcoano Pello Lizarralde (Zumarraga, 1957) se alzó ayer con el premio Euskadi de Literatura en euskera por su libro Larrepetit (Erein), en el que narra la huida de dos presos hacia la frontera francesa "con una prosa detallada, minimalista", según señaló ayer en Bilbao, en la presentación de los galardones, Belén Bilbao, miembro del jurado. El joven Fernando Morillo Grande (Azpitia, 1974) obtuvo el Euskadi de Infantil y Juvenil.

Lizarralde, quien no estuvo en Bilbao cuando se dio a conocer su galardón debido a compromisos profesionales, afirma que el premio ha sido "una sorpresa relativa", ya que Larrepetit "había tenido críticas muy buenas y estaba muy mal acostumbrado", informa Xavier G. Argüello. Lizarralde reside en Navarra y en la actualidad es "funcionario del Gobierno navarro" y da clases en el euskaltegi para funcionarios, actividad que no piensa abandonar porque no tiene intención de convertirse "en escritor profesional".

"No tengo ninguna pretensión literaria, no tengo grandes aspiraciones y tampoco sé dónde quiero llegar, si es que quiero llegar a alguna parte. Estoy seguro de que nunca venderé muchos libros y de que mi círculo de lectores será siempre reducido, y me gusta que sea así", comentó ayer tras conocerse su elección.

Lizarralde y Larrepetit fueron elegidos por unanimidad por los miembros del jurado. Destacaron éstos la calidad en sus descripciones, "que transmiten al lector hasta el último detalle, incluidos los colores, los olores, los más leves movimientos". "Todo lo que sale en el libro se palpa", indicó Belén Bilbao. Larrepetit tiene tres protagonistas: dos presos que se han fugado del calabozo y quieren llegar a la frontera francesa y un vendedor ambulante que les ayuda en su huida.

El nuevo premio Euskadi de Literatura en euskera, dotado con un trofeo y 15.000 euros, ha publicado cinco novelas, incluida la premiada (la última), además de un cuento dentro de una antología y un libro de poemas. "Quiero seguir escribiendo, pero no tengo prisa. Puedo vivir sin escribir, pero me resultaría muy difícil vivir sin leer", asegura Lizarralde, que dice haber encontrado "empatía" entre la gente del mundo de la literatura, "pero siento que no tengo demasiados cómplices". El profesor y escritor confiesa que sus grandes aficiones, al margen de la lectura, son el cine, la música rock y los viajes.

Como finalistas del Euskadi de Literatura en euskera estaban los autores Anjel Lertxundi, con Zorion perfectua; Juan Kruz Igerabide, con Mailu isila; Karlos Linazasoro, con Inoiz izan ez garenotan, y Xabier Montoia, con Baina bihotzak dio.

Mención a Landa

El joven Fernando Morillo Grande sí se sorprendió, y "mucho", al conocer que había obtenido el premio Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil con Izar-malkoak (Aizkorri). "Cuando leí la lista de finalistas, me pareció imposible que yo lograra el premio. De hecho, ya era un premio estar entre los finalistas", dijo. El premio está dotado con 11.000 euros.

En esta modalidad, el jurado ha distinguido con una mención especial a Mariasun Landa, quien el pasado martes obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Kokodiloa ohe azpian, la misma obra con la que optaba al Euskadi. El presidente del jurado, Antton Irusta, indicó que la mención fue decidida "antes de saber que le habían concedido el premio Nacional".

El galardón a Morillo, "un regalo de la vida", como lo calificó el autor, se le concedió por "su lenguaje sugestivo, juvenil, fresco, con muchas imágenes" para narrar las primeras experiencias amorosas de un joven de 16 años. "Éste es un libro de pasión, de la pasión. Ésa que se lleva al límite cuando uno es joven", resumió Fernando Morillo.