Los Gobiernos europeos comienzan a rebajar el proyecto de Constitución

A la primera de cambio, los Gobiernos de los 25 países que el pasado sábado abrieron la Conferencia Intergubernamental (CIG) para debatir el proyecto constitucional para Europa ya han pactado las primeras rebajas sensibles al texto. Los ministros de Asuntos Exteriores de los 25 dejaron constancia ese día en Roma que rechazan por amplia mayoría la creación de un Consejo de Ministros Legislativo de la Unión que, a modo de segunda Cámara, centralizaría las decisiones legislativas de los Estados de Europa.

El Parlamento Europeo ya ha expresado su temor a que los Gobiernos, ahora a puerta cerrada, desvirtúen con estas rebajas el proyecto. Alemania y Portugal fueron los dos únicos países que en Roma defendieron ese Consejo Legislativo establecido en el artículo 23 del proyecto constitucional elaborado por la Convención, que ya en su momento lo consideró "una de las principales novedades" del texto. Como señala el artículo 49.3 del proyecto, las sesiones de ese Consejo serían además públicas, abiertas a las cámaras de televisión.

Hoy, cada una de las formaciones del Consejo de Ministros (Agricultura, Transportes, Competitividad, Finanzas) tiene esa capacidad legislativa y negocia a puerta cerrada las iniciativas legales. Al quedar unificada la misma en el Consejo Legislativo, ésta se convertía de hecho en la Cámara de los Estados, mientras el Parlamento Europeo seguiría siendo la Cámara de los ciudadanos. Constatado en Roma el mínimo apoyo de los Gobiernos a esa fórmula, la propuesta ha quedado aparcada y será eliminada de la versión final que pacten los jefes de Estado y de Gobierno a final de año.

El Parlamento Europeo, que interviene en la CIG como observador, ya expresó en Roma su apoyo al Consejo Legislativo. El español Iñigo Méndez de Vigo (PP), uno de los representantes de la Eurocámara en la CIG, ha enviado una carta a Franco Frattini, ministro de Exteriores de Italia, país que preside la Unión, en la que le recuerda que el Parlamento Europeo apoya la creación de ese Consejo Legislativo, porque "se trata de la mejor respuesta a las exigencias de eficacia y transparencia que deben caracterizar los métodos de trabajo del Consejo".

Ya en los debates de la Convención la propuesta de crear ese Consejo Legislativo levantó suspicacias en representantes del Reino Unido o España por entender que se trataba de una fórmula federal, la doble Cámara, cuando hasta ese término había sido eliminado del preámbulo del proyecto. Pero las críticas más contundentes a la fórmula, aceptadas casi por unanimidad, por 23 de los 25 Gobiernos, han procedido de los ministros de los diferentes ramos, que han visto en ese nuevo Consejo una pérdida de su poder, porque ya no podrían legislar en sus consejos sectoriales.

El proyecto constitucional prevé que en cada Consejo de Ministros sea un único representante de cada Estado el que tenga voz y voto. En el Consejo Legislativo, el titular podría estar acompañado por uno o dos representantes más de rango ministerial.