Palacio presiona en la Eurocámara para que la comisión sobre el 'Prestige' no sea de investigación

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, hizo ayer un viaje relámpago a Bruselas para entrevistarse con el presidente del Parlamento Europeo, el liberal Pat Cox, y con el jefe de filas del Partido Popular Europeo, Hans-Gert Poettering, a los que transmitió la tesis del Gobierno español de que la comisión temporal que instituirá la Eurocámara no debería investigar la catástrofe del Prestige, sino estudiar cómo afrontar casos similares en el futuro. El jefe de los socialistas europeos, Enrique Barón, le acusó de presionar al Parlamento y de inmiscuirse en los trabajos parlamentarios.

La polémica visita se produce una semana antes de que el próximo día 15 la conferencia de presidentes de cada grupo parlamentario -con un porcentaje de votos proporcional al número de escaños de que disponen- decida el formato de esa comisión temporal que el pleno del Parlamento aprobó el pasado 23 de septiembre. "Es imposible que no se hable del Prestige en esa comisión porque la enmienda aprobada en el pleno lo indica expresamente y así lo apoyó el hemiciclo por amplia mayoría", explicó ayer el ponente del informe sobre el Prestige que ha desembocado en la propuesta de la comisión, el liberal Dirk Sterckx.

La comisión aprobada por la Eurocámara indica que debe investigar "las causas y consecuencias" del hundimiento del petrolero frente a las costas gallegas con 77.000 toneladas de fuel en noviembre de 2002. El PP, que prefería una comisión limitada a analizar los problemas de la seguridad marítima, quedó en minoría al perder el apoyo no sólo de sus habituales aliados, los liberales, sino de los franceses de su mismo grupo parlamentario.

Tras entrevistarse con Cox, Ana Palacio explicó a la prensa que la comisión aprobada por la Eurocámara no es una comisión de investigación sino temporal y que, por tanto, debería "reflexionar sobre un problema que es general sobre el transporte marítimo, y hacer propuestas para que no se vuelva a producir". El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, que también fue recibido por Cox, se pronunció en términos similares.

El presidente del Grupo Socialista, Enrique Barón, criticó la forma en que la ministra se inmiscuye en un asunto parlamentario y consideró que es una evidente forma de presionar para impedir que la Eurocámara investigue cómo actuaron las autoridades frente al naufragio del Prestige. "Siendo como es una ex eurodiputada", dijo Barón, "es extraño que trate de un asunto que ya está decidido".

Según fuentes del Parlamento Europeo, el 80% de la entrevista de Palacio y Cox estuvo dedicada a la Conferencia Intergubernamental que debe alumbrar la futura Constitución europea, y el resto al Prestige. Palacio expresó al presidente de la Eurocámara la preocupación del Gobierno español, como en otras ocasiones han hecho otros Gobiernos con asuntos que les afectaban, indicaron fuentes oficiales.

Por otra parte, la eurodiputada socialista Rosa Miguélez ha presentado a la Comisión Europea una pregunta oral para saber por qué esta institución ha destinado tan pocos fondos a España para paliar la contaminación causada por el Prestige. De los 400 millones de euros que la Unión Europea ha asignado a este capítulo, sólo 8,6 millones es dinero adicional; el resto proviene de fondos ya asignados a España.

Para los socialistas, es llamativo que la Comisión haya adjudicado a España esos 8,6 millones procedentes del Fondo de Solidaridad instituido para paliar catástrofes naturales mientras que los incendios del pasado verano en Portugal han merecido de Bruselas 48,5 millones de ese mismo fondo, y ha destinado a Italia 47,6 millones para indemnizaciones por un terremoto y la erupción del Etna.