Las obras de la macroestación de Sol comenzarán en octubre

Las zanjas llegan a la Puerta del Sol. En apenas tres semanas comenzarán las obras para desviar los servicios subterráneos que discurren bajo el corazón de Madrid. Hasta 15 compañías tendrán que acomodar sus servicios de agua, gas o telefonía para la construcción de la nueva macroestación de cercanías de Sol. El Ministerio de Fomento ha elaborado un plan de información para los afectados.

La Comisión Ciudadana Puerta del Sol -formada por representantes del Ministerio de Fomento, la Comunidad, el Ayuntamiento y afectados- celebró ayer una nueva reunión para informar a vecinos y comerciantes de las novedades en torno a la construcción de la nueva estación.

Los alrededores de Sol y la calle de la Montera van a ver alterada su cotidianidad con la aparición de zanjas en la calle que suponen, según uno de los representantes del Consistorio, Carlos López Jimeno, "el mayor perjuicio para las tiendas y los habitantes de la zona". De hecho, los trabajos para desviar las galerías de agua, luz, teléfono y gas ya se han iniciado en la plaza del Carmen.

Las obras de desvío de los servicios se prolongarán durante un año, aproximadamente. Entonces comenzarán los trabajos de mayor envergadura, como los pozos que está previsto cavar en el entorno de la calle de la Montera, pero que afectarán menos a la superficie, ya que se desarrollarán a muchos metros bajo el suelo. Sin embargo, los plazos son variables y dependen del tiempo que las 15 compañías implicadas tarden en reconducir sus servicios.

Con el inicio de las obras, el Ministerio de Fomento ha ideado un plan de comunicación para informar de cuáles serán los perjuicios que acarrearán los trabajos del apeadero. En dos semanas, se abrirá una nueva oficina de atención al ciudadano donde los afectados podrán reclamar. En la actualidad ya existe una, situada en el número 18 de la carrera de San Jerónimo, pero la intención es que la nueva sea más amplia y cuente con más personal.

Fomento ha elaborado unos folletos explicativos para los comerciantes de la zona en los que se recuerdan cuáles serán las zonas más afectadas y los perjuicios que tendrán las obras sobre su actividad. Según los asistentes a la reunión, los comerciantes son los más preocupados ante la construcción de la estación, mientras que los vecinos se muestran más comprensivos y confían en que la zona se revitalice tras los trabajos.

La última reunión de la Comisión Ciudadana tuvo lugar el pasado 31 de julio, por lo que, tras las vacaciones, los representantes de la Administración volvieron a incidir en la necesidad de horadar una estación que desahogue a la de Atocha, que soporta un tráfico de pasajeros diario de 360.000 personas.