Archivo genético contra el delito

Que dos investigaciones policiales distintas como la de Rocío Wanninkhof y la de Sonia Carabantes se hayan encontrado en un punto común como es el descubrimiento de un mismo ADN y, por tanto, la probabilidad de que un solo criminal cometiera ambos delitos, no es un hecho habitual en las pesquisas policiales.

Sí lo es que un asesino o violador repita su crimen, pero no, según José Antonio Lorente, director del laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, especialmente cuando los comete lejos uno del otro, que la policía pueda ponerlos en relación, al menos a partir de las pruebas genéticas.

Para que lo acontecido con el ADN estos días en Málaga ocurriera en todos los casos en los que un solo delincuente comete varios crímenes, explica Lorente, sería necesario que se establecieran "bases de datos de identificación genética criminal"; es decir, que los resultados de los análisis de ADN de los posibles culpables de delitos "graves", como asesinato o violación, quedaran integrados en una base central única para toda España. Lorente pone un ejemplo: "Si el posible criminal de las dos chicas de Málaga hubiera cometido otros delitos similares en otras partes de España, es probable que sus análisis genéticos estén archivados, y olvidados, en alguna carpeta de algún laboratorio, de modo que nunca se podrán unir a los otros dos casos. Si hubiera una base de datos como la que pido, rápidamente se conocerían todos los delitos de esa misma persona". Hoy día, cada laboratorio universitario, cada centro de toxicología, cada policía, hace sus pruebas de ADN y no las cruza con los demás. Un banco común con estas pruebas resolvería muchos delitos, asegura Lorente.

Desarrollar una base de datos de este tipo obligaría a una modificación legal importante que permitiera "tomar muestras de saliva para realizar las pruebas a los inculpados, archivar los resultados y centralizarlos y, por supuesto, permitir la consulta a la base de datos cuando fuera necesario".