Innovación urbanística

Uno puede pensar que todo el mundo se toma un merecido descanso en agosto, pero no es así. La concejalía de Urbanismo de Valencia no descansa. No sólo eso, hace gala de un espíritu creativo y de una innovación que ya querrían para ellos los artistas más vanguardistas de la Bienal de Valencia, ¿qué digo de la Bienal? ¡Del mundo mundial!

Y para muestra observen cómo se han lucido en el barrio de Marxalenes. Después de casi 20 años de reclamaciones vecinales para que urbanizase la zona, al fín se han decidido a realizar aceras y trazar dos calles. Pero no son dos calles cualquiera, no, ya que el barrio se distingue por ser el mejor ejemplo de caos urbanístico de la ciudad, con calles dividas en varios trozos inconexos, cual Guadianas urbanos; por tener desaparecida sin posibilidades de renacer la calle que da nombre al barrio desde casi la Edad Media, por tener algunos edificios a menos de cinco metros de la catenaria del tranvía, y un sinfín de perlas urbanísticas más. Ahora nos utilizan como experimento para una nueva propuesta revolucionaria que mezcla el arte con los deportes de riesgo, que plantea retos impensables a los peatones que intenten utilizar las nuevas aceras. La propuesta se podría concretar en el eslógan: Sí a las barreras arquitectónicas. Vive peligrosamente. No conviertas el andar por la acera en un aburrimiento.

Si se publican fotos o salen en algún medio televisivo pronto podrán formar parte de un nuevo circuito turístico cultural y se agolparán los autocares de turistas. ¡Nos vamos a forrar!