"Algo especial" para la próxima edición

Sin autocrítica. Los organizadores del Festival Internacional de Benicàssim (FIB), los hermanos Miguel y José Morán, realizaron ayer la valoración de la novena edición del FIB de la manera más escéptica posible. "No ha habido un bajón de gente, sino que hay más espacio", fue la justificación que alegaron los Morán para explicar los "claros" que ha presentado el recinto en relación a otros años. Sólo en la anterior edición, cuando se contó con la actuación de The Cure y Radiohead, se superó la cuota de este año, que se ha situado en torno a las 36.000 personas. De éstas, un 25%, según la propia organización, ha sido público internacional, lo que confirma la "consolidación", también más allá de las fronteras españolas, de un festival que, "sin grandes grupos, ha superado los 30.000 asistentes". De esta manera, Miguel Morán asumía lo que fue la concepción de un cartel sin grandes reclamos que, sin embargo, no consideran de "transición", sino como "comienzo de una nueva etapa". Un festival de "corte británico" que aún se sitúa a "años luz" de otras convocatorias, tal como dijeron. La nueva etapa de la que hablan los Morán tendrá como punto destacado la próxima edición, cuando se cumpla la primera década del FIB. "Será algo especial", aseguró José Morán, pese a que no quiso adelantar ni siquiera los perfiles de un cartel en el que se rumorea que la organización pretende incluir a REM o incluso a Bowie. La eterna reivindicación de ayuda institucional volvió ayer a boca de los organizadores del Festival de Benicàssim, que, sin embargo, sí elogiaron el esfuerzo del nuevo Ayuntamiento en dotar de nuevos espacios como el recinto de conciertos, que se ha incrementado en más de 30.000 metros cuadrados, con lo que ocupa una superficie de 110.000, o las zonas de acampada, más extensas y mejor dotadas que en ediciones pasadas.