Blix arremete contra EE UU

El jefe de los inspectores de desarme de la ONU, Hans Blix, considera que los "detractores" que tiene en Washington son una serie de "bastardos" que intentaron difamarle durante los tres años que ocupó el cargo y, especialmente, en su labor en Irak. En una entrevista publicada ayer por el diario británico The Guardian, Blix, que se jubila dentro de tres semanas, acusa a esa gente de "difundir cosas feas en la prensa" para menoscabar su labor.

"Era como una picadura de mosquito durante la noche que sigue ahí por la mañana. Irritante", describe Blix. En sus declaraciones, revela que el Gobierno de EE UU presionó a sus inspectores para que redactaran informes desfavorables a Irak, y que varios "elementos" del Pentágono concertaron una "campaña de calumnias" contra él, que se acentuó al empezar la búsqueda de armas en Irak.

En Irak empezaron a llamarle "ese homosexual que va a Washington cada dos semanas para recoger sus instrucciones", cuenta dolido este sueco de 75 años, casado y padre de dos hijos.

Según Blix, EE UU ve a la ONU como un poder "extraño", que querría eliminar: "Hay gente en esa Administración que dice que no le importaría que la ONU se hundiera en el río East [Nueva York], y cosas mucho peores". El jefe de los inspectores lamenta que Irak no fuera desarmado pacíficamente, y sobre si ese país tiene armas de destrucción masiva, contesta: "Me mantengo agnóstico".

Por otra parte, el Mando Central de EE UU informó ayer de la detención de dos miembros de la lista de los 55 ex dirigentes iraquíes más buscados: el número 18, Latif Nusayif al Yasim al Duleimi, vicepresidente del partido Baaz, y el número 53, el general Husein al Auadi, presidente regional de esa formación.