Los Reyes presiden hoy en Torrejón el funeral por los 62 militares

Los Reyes y el Príncipe de Asturias presidirán esta tarde en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) el funeral por los 62 militares que fallecieron en el accidente del Yakovlev 42. Una vez identificados los cadáveres, estaba prevista su repatriación a España durante la pasada madrugada, a bordo de tres aviones C-130 Hércules que volaron ayer desde Zaragoza a la localidad turca de Trabzon o Trebisonda, donde se produjo el siniestro.

Al acto fúnebre asistirán también el presidente, José María Aznar, y los ministros de Interior, Ángel Acebes, y Defensa, Federico Trillo-Figueroa. Este último, que viajó el mismo lunes a Turquía, visitó ayer por la mañana la zona montañosa donde quedaron dispersos los restos del avión y de sus 74 ocupantes -los 62 españoles y los 12 tripulantes ucranios- en compañía de su homólogo turco, Vecdi Gonul.

Trillo-Figueroa insistió en que la "única explicación" que se puede encontrar al accidente es la "intensísima niebla" y el "pésimo tiempo" en ese momento. "El avión", explicó, "tenía puesto el piloto automático hasta muy poco antes de llegar a la cercanía de la pista. Cuando ha de hacer ya la maniobra directa y manual no ve la pista y vuelve a subir".

"A la salida del segundo intento [de aterrizar]", agregó, "es cuando se desvía y toca en la montaña cuando apenas faltaban 25 o 30 metros para haber salido" sobrevolándola.

No obstante, matizó que se trataba sólo de su "impresión personal" y que habrá que esperar al resultado de una investigación "minuciosa, detallada y lenta".

En el momento del accidente, la visibilidad en el aeropuerto era de unos 100 metros, el cielo estaba cubierto y la velocidad del viento era de 27 nudos por hora.

El diario turco de gran tirada Hurriyet atribuyó ayer el siniestro a un error del piloto. Bajo el titular "El avión se equivoca de dirección: 74 muertos", incluía una crónica en la que aseguraba que los pilotos desoyeron las instrucciones de la torre de control y, en lugar de dirigirse hacia la cabecera de la pista, enfilaron hacia la montaña contra la que se estrellaron. El análisis de las tres cajas negras, que se hallaron ayer, permitirá reconstruir los momentos anteriores al choque.

En señal de duelo por lo que constituye la mayor tragedia de las Fuerzas Armadas en tiempo de paz, la bandera española ondeó ayer a media asta en todos los acuartelamientos e instalaciones del Ministerio de Defensa.

El Ayuntamiento de Zaragoza declaró jornada de luto, al igual que numerosas localidades de las que eran originarios los fallecidos. El presidente de la Diputación General de Aragón, Marcelino Iglesias, se acercó a la base de Zaragoza para expresar su pesar a los compañeros de 21 de los militares fallecidos. Los Reyes y el Príncipe enviaron telegramas de pésame a las familias de las 65 víctimas.