Cada día se descubren fosas comunes y tumbas ilegales

Amnistía Internacional (AI), que tiene un equipo de investigación en Basora desde hace una semana, cree que en Irak puede darse el récord mundial de desaparecidos durante un periodo de represión política. En la ciudad más importante del sur del país, la organización humanitaria ha encontrado, hasta ahora, dos enterramientos ilegales cada día, en algunos casos tumbas con un cadáver, en otros fosas comunes de hasta 30 personas. "Los datos que estamos encontrando son escalofriantes, mucho más de lo que habíamos imaginado", dijo esta semana en Basora Judith Arenas, miembro del equipo de AI. La cifra que empiezan a barajar para todo Irak es de 750.000 desaparecidos desde 1979.

La mayoría de los cadáveres descubiertos en las fosas proceden de la represión que Sadam Husein desató en marzo de 1991, tras la rebelión chií en el sur de Irak que se produjo tras el final de la guerra del Golfo. Por ahora, han desenterrado 40 cadáveres, todos ellos civiles, y en muchos casos con las manos atadas. Al igual que Human Rights Watch, que tuvo también un equipo de investigación en Basora la semana pasada, AI considera que es un deber de las potencias ocupantes, Reino Unido y Estados Unidos, proteger las evidencias de las atrocidades. "Tenemos constancia de que en el mercado se están vendiendo documentos de los servicios de información iraquíes y la pérdida de evidencias puede ser muy grave a la hora de intentar reconstruir lo que ocurrió aquí", agregó Arenas.

Testimonios de la represión

"El problema está en que, cuando tenemos testimonios de que en un lugar hay una fosa común, no sabemos a quién avisar. No existen autoridades nacionales y las fuerzas ocupantes por ahora se desentienden. Quizás sea mejor así, porque así se conservan las evidencias hasta que puedan ser estudiadas de forma sistemática", dijo la representante de AI. Las fosas comunes que han descubierto habían sido desenterradas en muchos casos por familiares de las víctimas, que sabían dónde estaban los cadáveres, pero que no se atrevieron a buscarlos hasta la caída de Sadam.

La organización humanitaria está recogiendo testimonios en toda la ciudad a través de cuestionarios y mucha gente se acerca al hotel donde se alojan en Basora para pedir los formularios. "Todo el mundo sabía que la represión en Irak había sido brutal, pero no podíamos imaginarnos que tanto", señaló Arenas.

Entre los casos que han descubierto en esta primera semana de trabajo, destaca el de una familia de 22 hermanos: nueve han desaparecido y seguramente estén muertos, otro fue fusilado y otros dos fueron torturados durante los dos años que estuvieron en la cárcel. Lo único que no ha conseguido encontrar AI es el motivo por el que esta familia fue tan salvajemente perseguida; creen que es porque una amiga muy cercana era una chií religiosa y eso era un delito más que suficiente para acabar en el patíbulo.