El sindicato Aspromonte atribuye a un representante de la Diputación gastos globales de la caja cordobesa

El sindicato Aspromonte arremetió ayer con dureza contra el vicepresidente de Cajasur en representación de la Diputación, Antonio Fernández Poyato. En una rueda de prensa insólita, convocada de urgencia y en la que no se contestó a las preguntas de los periodistas, el presidente de Aspromonte, José Enríquez, se limitó a leer un manifiesto en el que acusó a Fernández Poyato de causar un gasto próximo a 600.000 euros a la entidad que preside el sacerdote Miguel Castillejo.

Enríquez solicitó la dimisión de Fernández Poyato por lo que consideró un "gasto improductivo e innecesario", después de acusarle de percibir prestaciones a pesar de no acudir a diferentes actos organizados por la caja. Antonio Fernández Poyato contestó que el sindicato le atribuye como propia un porcentaje de gasto global de la entidad en diferentes materias y consideró que estas aseveraciones responden a la "obediencia debida" más que a la defensa de los 2.000 trabajadores a los que representa.

Estas materias globales son, según Fernández Poyato: "Seguridad del edificio y seguros, publicidad y propaganda, amortización del inmovilizado, luz y teléfono, o la retribución de un conductor y el coste de un automóvil que yo no uso en exclusiva, así como la retribución anual del personal de Cajasur directa o indirectamente relacionado con este centro de gasto", puntualizó el vicepresidente en un comunicado.

Fernández Poyato precisó que todas sus retribuciones han sido aprobadas por el Consejo de Administración y la Asamblea sin que los representantes de Aspromonte pusieran objeción alguna a percepciones "escrupulosamente legales" y protocolizadas ante notario para "evitar manipulaciones interesadas, puesto que no es la primera vez que se persigue comprometer mi honorabilidad", precisó.

El vicepresidente agregó que ya solicitó la elaboración de un informe, que realizó el servicio jurídico de la entidad, en el que se refleja "la pertinencia" de sus percepciones. "Tampoco hubo objeción de Aspromonte", añadió Fernández Poyato, quien concluyó que este informe ha sido revisado por el Banco de España "sin reparo alguno".

El presidente de Aspromonte añadió sobre el vicepresidente, siempre con la lectura de un comunicado, que "su única responsabilidad en Cajasur es el negocio de las Administraciones públicas, desconociendo hasta el momento el fruto de sus gestiones y aportaciones a la cuenta de resultados". Enríquez compareció acompañado por una treintena de miembros del sindicato mayoritario de Cajasur, quienes aplaudieron la intervención unidireccional.

Enríquez acusó al vicepresidente de "mentir, tergiversar y difamar sin razones" y le recomendó "respetuoso silencio" en lugar de "minar los intereses generales" de la entidad. Fernández Poyato recordó que fue elegido por decisión unánime del Consejo de Administración y no "impuesto por la Diputación".