El Gobierno prohíbe una marcha contra los vertidos

Una quincena de personas, pertenecientes en su mayoría a Ecologistas en Acción, participó ayer en una marcha convocada para protestar por los vertidos ocurridos en la bahía de Algeciras. Aunque en principio se esperaba que un centenar de personas secundase la convocatoria, a la que se sumaron partidos políticos, sindicatos e incluso algunos alcaldes de la bahía algecireña, la prohibición de la marcha por parte de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz obligó a la suspensión de la misma, lo que no impidió que, a título particular, algunos activistas realizasen el trayecto entre Algeciras y La Línea.

Según informaron los organizadores, la subdelegada del Gobierno, Rocío Roche, argumentó su decisión en que la protesta generaría problemas de seguridad vial en la N-340. Los convocantes calificaron esta decisión de "contraria a los principios democráticos".

Francisco Casero, de Ecologistas en Acción, manifestó antes de iniciar la marcha hacia La Línea: "Nunca he visto nada igual, porque se trata de una marcha pacífica que está apoyada por partidos, sindicatos, colectivos sociales e incluso cargos públicos que, ante la prohibición de la Subdelegación, han tenido que desistir y no participar".

Los ecologistas, no obstante, continuaron con el programa previsto y así, sobre 15.00, llegaron al pantalán de San Felipe, en La Línea, donde permanecerán hasta el mediodía de hoy, cuando comenzará una manifestación a bordo de varias embarcaciones. Algunos dirigentes ecologistas empezaron ayer una huelga de hambre que se prolongará hasta el domingo. "Andalucía debe tener unos mares limpios y el 28 de febrero es un buen día para reivindicar a los políticos una solución definitiva", manifestó Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar.