El Museo de Bellas Artes recoge la imagen de Bilbao en las revistas del siglo XIX

El Bilbao de la segunda mitad del siglo XIX crecía impulsado por la primera industrialización y sufrió las consecuencias de las guerras carlistas, al tiempo que florecían las publicaciones periódicas, primorosamente ilustradas con xilografías y litografías, a medio camino entre la creación artística y el valor informativo. El Museo de Bellas Artes muestra desde ayer en su sala BBK una amplia colección de imágenes en la que se cruzan los dos fenómenos. Bilbao en las revistas ilustradas (1843-1900) reúne 373 imágenes de publicaciones españolas y europeas de la época. "Es la imaginería de Bilbao", explicó el director de la pinacoteca y comisario de la muestra, Javier Viar. "Son las técnicas que se identifican con el siglo XIX; los métodos democráticos de reproducción de imágenes de forma masiva".Bilbao en las revistas ilustradas (1843-1900) es el resultado de un largo proceso de investigación de Javier Viar que refleja la transformación de la capital vizcaína en el siglo XIX y la alta calidad del trabajo de los dibujantes y grabadores que trabajaban para las publicaciones de la época.

La amplísima selección de imágenes se presenta acompañada por más de medio centenar de obras, en ocasiones contemporáneas de las revistas ilustradas y en otras posteriores, que presentan el contexto artístico de las revistas o la forma en la que se han abordado los mismo asuntos desde el arte casi un siglo más tarde. Desde el conocido Damas en el balcón, de Manuel Losada, a los óleos con paisajes urbanos de Bilbao pintados por Fernando Maidagan hace 25 años o los grabados y pinturas realizados por Agustín Ibarrola sobre la lucha obrera en Vizcaya durante el franquismo acompañan a las ilustraciones decimonónicas.

El catálogo de la exposición documenta cada una de las ilustraciones seleccionadas con una información que reivindica el trabajo de los autores de las imágenes, a menudo relegados al olvido. "En las publicaciones de la época eran más considerados como reporteros que por su faceta artística", recordó Viar. La nómina de dibujantes y grabadores es larga e incluye, entre otros, a Francisco Ortego, Valeriano Domínguez Bécquer, Josep Lluís Pellicer, Bernardo Rico o Arturo Carretero. "Se adelantaron, por su actualidad y por su carácter secuencial, a formas de expresión propias del cine o el cómic", defendió el comisario de la exposición.

El recorrido cronológico de la muestra comienza con una xilografía [grabado a partir de una matriz de madera] que muestra el Hospital Civil de Bilbao en El semanario pintoresco español, publicado en 1843, y avanza hasta la llegada del siglo XX, cuando los procedimientos mecánicos de reproducción de imágenes reemplazaron la artesanía de los grabadores.

Entre esos límites, la muestra refleja el interés romántico por los monumentos, las edificaciones singulares y las escenas costumbristas, el impacto de la industrialización y, sobre todo, las operaciones bélicas, ya desde un punto de vista realista. La mitad de la exposición recoge imágenes de la primera y la segunda guerras carlistas.