La Iglesia cubana se queja de que sigue "ignorada" 5 años después de la visita del Papa

La jerarquía de la Iglesia católica cubana lamentó el pasado fin de semana que, cinco años después de la visita del Papa a la isla, "la Iglesia en Cuba permanece muy limitada y muchas veces ignorada" por las autoridades. "No hay ningún tipo de cambio sustancial", dijo el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana. La Iglesia cubana sigue sin tener acceso a los medios de comunicación, ni a la educación, y el Gobierno continúa considerándola "como una entidad privada", dijo Ortega. "No sólo se carece de un acceso directo a estos medios, sino que además hay un silencio de información sobre la Iglesia cubana".

El arzobispo hizo estas declaraciones el sábado pasado en el seminario de San Carlos de La Habana, donde tuvo lugar la inauguración de la exposición Ora pro Nobis, dedicada a la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, con motivo del quinto aniversario de la visita de Juan Pablo II a la isla.

Según Ortega, la vista del Papa en enero de 1998 permitió a la Iglesia católica "salir de ese velo de misterio que durante tantos años la cubrió en Cuba". "Parecía como una Iglesia en la sombra, casi inexistente..., que había desaparecido", pero el viaje de Juan Pablo II hizo que la población "tomase conciencia de que tenía una presencia social concreta en la nación cubana", dijo el cardenal.

Relaciones protocolarias

Sin embargo, a juicio de Ortega, que reveló que en los últimos ocho años sólo ha coincidido con el mandatario cubano en unas "cinco ocasiones protocolarias", poco ha podido lograr la Iglesia desde 1998. "Las relaciones con el Gobierno permanecen esencialmente las mismas. La Iglesia sigue siendo considerada como una entidad privada, no se reconoce a la Iglesia como un ente público que tiene, por ejemplo, un acceso a los medios de comunicación". De la misma forma, dijo Ortega, no se han conseguido avances en la histórica pretensión de la Iglesia de acceder a la educación. "A veces pienso que en mi tiempo de episcopado no lo veré, aunque no pienso que haya desaparecido para siempre, llegará el momento en que así sea".

Preguntado por la prensa extranjera, Ortega también se refirió al encuentro entre el disidente democristiano Oswaldo Payá con Juan Pablo II el miércoles pasado en el Vaticano, y lo calificó de "saludo de cortesía". "No creo que recibirlo el Papa y que yo le mande una carta de felicitación a los dos días de haber recibido el Premio Sajarov signifique que apoyemos el Proyecto Varela", la iniciativa opositora que promueve Payá, que exige a las autoridades convocar un referéndum para decidir sobre el cambio político en Cuba.

Ortega fue tajante: "La Iglesia no apoya ningún proyecto que tenga un sentido político, pero sí apoya la libertad de conciencia, y el premio era en ese sentido".