Un penalti final alivia al Zaragoza

En el descuento y de penalti polémico. De esa forma salvó el Zaragoza su partido frente al Leganés, que estuvo a punto de dar la sorpresa de la jornada en Segunda. El líder se había adelantado de penalti, en este caso claro, y pudo resolver antes del descanso. Pero no lo hizo y el Leganés, en tres minutos, dio la vuelta al marcador gracias a dos ratonerías de Miguel Ángel. Con 1-2 en el minuto 84, el equipo de Enrique Martín sólo necesitaba hacer lo que mejor domina: aguantar. Pero, al borde del final, el árbitro vio penalti en un control de Macanás en el área y dio oportunidad a Yordi para salvar un punto.

El tropiezo disminuye la distancia de seguridad del Zaragoza, que queda reducida a tres puntos sobre el cuarto. De los tres equipos empatados a 30 puntos destaca el Murcia, que se desmelenó el sábado marcándole seis goles a la Unión Deportiva Las Palmas, en la que hasta la fecha es la mayor goleada en Segunda. Hasta ahora el equipo que entrena David Vidal daba de qué hablar por su fortaleza defensiva -tan sólo ocho goles recibidos en 18 jornadas-, pero el público de La Condomina se encontró con un vendaval coronado por David Karanka con un hat-trick.

El Albacete demostró en Getafe que su tropiezo frente al Oviedo sólo fue un paréntesis en la racha que le mantuvo once jornadas sin perder. Ayer fue capaz de remontar el gol inicial del rumano Craioveanu con dos tantos de Jesús Perera, que iguala con el sportinguista Villa por el Pichichi.

Más trabado parece el Levante, que saldó el viaje a Tenerife con un empate, el decimotercero del equipo canario. Tanto Lienen, el técnico del Tenerife, como su vecino de Las Palmas, Yosu Uribe, corren serio peligro de destitución, ya que sus equipos no responden a las expectativas.

Por abajo empiezan a quedarse descolgados el Oviedo y el Córdoba. Lo del equipo asturiano va para récord, ya que no gana un partido en su estadio Carlos Tartiere desde el 24 de marzo. El sábado, en el primer tiempo frente al Polideportivo Ejido, Oli y compañía hicieron méritos para romper la mala racha, pero después el equipo almeriense se adaptó mejor a la piscina en que quedó convertido el terreno y se marchó con un 0-3. En definitiva, la sorprendente victoria de los asturianos en el Carlos Belmonte una semana antes resultó finalmente un espejismo cuando la hinchada confiaba en la remontada.