El grupo Indukern se quedará con 128 empleados de Bayer

Bayer ha cerrado ya un acuerdo con el grupo Indukern para recolocar al 55% de la plantilla de su céntrica planta de Barcelona, abocada al cierre, en las instalaciones de la empresa Kern Pharma -perteneciente a Indukern- en Terrassa. El acuerdo supone el trasvase de 128 de los 230 empleados que trabajan para Bayer en la calle de Calàbria, según el consejero delegado de Bayer Hispania, Francisco Belil.

"La fábrica en el centro de la ciudad [donde se producen especialidades farmacéuticas] no es viable a largo plazo", explica Belil, en alusión a unas instalaciones antiguas en las que, por su céntrica ubicación, resulta imposible afrontar proyectos de modernización o de ampliación y que, además, están "poco adaptadas a la estrategia de producción del grupo Bayer en Europa".

La estrategia de producción a la que se refiere la empresa es la especialización de las fábricas en una línea de producto y la vocación de estas factorías de producir a gran escala.

Ante la constatación de la "inviabilidad" de la planta barcelonesa, añade el consejero delegado de Bayer Hispania, "teníamos dos soluciones: o el puro cierre o encontrar un socio".

El socio hallado es Kern Pharma, compañía de Indukern Group, con sede en Barcelona y que da soporte a las actividades del grupo relacionadas con la industria farmacéutica. Hace tres años y medio, esta empresa compró una planta industrial farmacéutica situada en Terrassa que Boehringer Mannheim había construido en 1974 y que luego había sido traspasada a la filial española de Roche, en el marco de la fusión de ambas empresas. Las instalaciones de Terrassa ocupan 20.000 metros cuadrados y están equipadas con tecnología avanzada en materia de fabricación, calidad, almacenamiento y sistemas de información.

"Mi misión es buscar soluciones óptimas" y este acuerdo es "positivo", añade Belil, porque Indukern puede ampliar fácilmente su fábrica de Terrassa y "allí podemos trasladar a la mayor parte de la plantilla". El acuerdo, cuyo importe se mantiene en secreto, prevé también la venta de los activos fijos de la planta de la calle de Calàbria, transferencia de tecnología y de determinados productos y contratos de fabricación y suministro a largo plazo de especialidades farmacéuticas de Bayer "a escala mundial". Es decir, que la producción se externaliza.

Para el centenar de empleados que quedan fuera del pacto, Belil asegura que existe "la posibilidad de recolocación en otras plantas del grupo", aunque admite que en algunos casos habrá que afrontar prejubilaciones y bajas incentivadas.