La UE fija la liberalización total del sector energético para julio de 2007
El levantamiento de las reservas de Francia y Alemania posibilitó el pacto
Los ministros de Energía de la UE fijaron ayer el 1 de julio de 2007 como la fecha límite para la liberalización plena del mercado energético después de que Francia y Alemania levantaran sus reservas. El 1 de julio de 2004 se materializará la apertura total del suministro de electricidad y gas a los grandes consumidores y tendrán que pasar tres años más para que la liberalización plena llegue a los hogares.
La nueva legislación comunitaria entrará en vigor 15 meses después de que la Eurocámara llegue a un acuerdo satisfactorio con los Quince, lo que permitirá respetará el calendario fijado en la cumbre de Barcelona en marzo. El proceso de liberalización del mercado energético europeo se desarrollará por lo tanto en dos fases, según lo acordado ayer. La primera culminará el 1 de julio de 2004, fecha a partir de la cual los clientes industriales podrán elegir con libertad a sus suministradores de electricidad y de gas. La segunda etapa concluirá el 1 de julio de 2007 y cubrirá a todos los clientes sin excepción. Además se garantiza que los clientes tengan acceso a la energía a un precio razonable.
Los Quince habían dejado en Barcelona sin fecha el salto a la segunda fase del proceso de liberalización del mercado energético, la que afecta directamente a los clientes domésticos, ante la fuerte presión ejercida por París y Berlín. Pero el calendario presionaba, ya que los jefes de Estado o de Gobierno se habían comprometido en firme a fijar antes de finales de este año una fecha para crear un verdadero mercado europeo de la electricidad y el gas, completamente liberalizado y competitivo, y en el que todos los consumidores pudieran elegir su suministrador.
La presidencia danesa en la UE, ya sin obligaciones electorales trastocando la negociación, logró arrancar ayer un acuerdo político de los ministros después de más de año y medio de intensas discusiones. Francia lo puso fácil y se presentó al debate dispuesta a fijar de una fecha para la apertura del suministro a todos los clientes, aunque puso sobre la mesa una horquilla negociable entre 2007 y 2009.
A cambio, el París dejaba claro que no se le podía imponer una separación "jurídica" de las actividades que un mismo operador puede llevar a cabo en los mercados de generación, transporte y distribución de energía. "Nuestros argumentos están bien fundados", advirtió la ministra de Industria francesa, Nicole Fontaine, con el Tratado de la UE en la mano. Alemania hizo también especial énfasis en esta cuestión y pidió al resto de los socios europeos compresión para que se tuvieran en cuenta "sus sensibilidades".
La presidencia pudo haber recurrido al voto por mayoría cualificada para minorizar a los dos países en este punto y descolgarlos. Pero optó por el consenso para conseguir la fecha final. Para romper con el bloqueo, el resto de los socios y la Comisión Europea aceptaron finalmente que la cuestión de la separación legal se haga efectiva cuando se haya conseguido la plena liberalización del mercado energético.
El objetivo de la separación jurídica es el de garantizar que los operadores de red actúen en el mercado con neutralidad, independencia y transparencia. París y Berlín argumentaron que todo esto se puede conseguir por otras vías "alternativas". La comisaria de Energía, Loyola de Palacio, intentó disipar las reticencias francesas y alemanas afirmando que la separación legal "no impone una división en la propiedad". Pero entre tanto, lo que está claro, es que se tendrá que recurrir a la legislación vigente (europea y nacional) en materia de competencia para evitar los abusos por parte de las compañías dominantes.
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