El fuel se amontona en la costa ante la falta de medios para su limpieza

El fuel derramado por el petrolero Prestige en su prolongada agonía sigue acumulándose en las costas de Galicia, mientras los equipos de limpieza y voluntarios trabajan sólo con cubos y palas, y protegidos por mascarillas. El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, se puso ayer en A Coruña al frente del equipo de crisis para tratar de frenar la sensación de desbarajuste.

Rajoy negó con rotundidad, en una multitudinaria conferencia de prensa, que el Prestige siga filtrando hidrocarburo desde el fondo del mar y rechazó las críticas al comportamiento de las autoridades desde que el petrolero dio la alerta sobre la vía de agua en su casco. El vicepresidente, además, aseguró que no se puede hablar de marea negra, sino de una proliferación de "manchas localizadas". En cambio, el Ministerio de Fomento reiteraba ayer que persiste "un grave riesgo de contaminación de la costa".

Por otra parte, según informó ayer la cadena SER, Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, ocupó el fin de semana pasado en una cacería en Toledo mientras el Prestige dibujaba su estela contaminante sobre el mar, antes de hundirse el martes. La Xunta de Galicia se negó a confirmar o desmentir la noticia.