Ana Belén admite en una biografía que desea dirigir más

Sus encantos y sus desencantos, sus prioridades, éxitos, fracasos, las asignaturas por aprobar... Y una es el cine. Ana Belén no se ha quitado el sabor amargo de su única película dirigida por el momento, Cómo ser mujer y no morir en el intento, que protagonizó Carmen Maura. La artista, con 40 películas como actriz a las espaldas, decenas de montajes teatrales y 20 discos grabados, quiere volver a intentar la dirección de cine, según confiesa al periodista Miguel Ángel Villena en la biografía Ana Belén. Biografía de un mito. Retrato de una generación (Plaza y Janés), que se presentó ayer en Madrid.

'No me extrañaría que volviera a intentarlo', afirma Villena, que ha indagado en las claves del éxito de una mujer que, con 51 años cumplidos, lleva 40 en el mundo de la farándula. 'Me ha hablado de un proyecto sobre la radio en la España de los años cincuenta. De hecho, una de sus películas favoritas es Días de radio, de Woody Allen'.

El neoyorquino es uno de sus gurus, aparte de Billy Wilder y Bernardo Bertolucci, como sostiene la actriz en este libro, que se ha elaborado a lo largo de ocho entrevistas con ella y más de 25 conversaciones con personas que la conocen de cerca. Otros artistas a los que admira son Robert de Niro o Marlon Brando, y entre las actrices, prefiere a Katharine Hepburn, Glenn Close, Jane Fonda o Jeanne Moreau.

El libro, aparte de hablar de cine, coloca al personaje en su contexto para hacer un retrato generacional. 'Ella está muy preocupada por la pérdida de la memoria', dice Villena, 'y sólo por eso, por hablar más de un tiempo y un país y una generación que pasó la infancia en los cincuenta y la juventud al final del franquismo y el inicio de la democracia, accedió a que se hiciera el libro', asegura el autor. 'A mí me interesaba eso y también descubrir las claves del éxito continuado de una niña que empezó con 11 años y sigue hoy en la cresta de la ola después de haber pasado por todo, el cine, el teatro, la música y la militancia política', cuenta Villena.