Los sindicatos reclaman a Educación un plan de inversiones de 510 millones

Manuel García Ampuero y Pedro Santos Palencia son dos de los miles de padres que ayer acompañaron a sus hijos (de 5 y 6 años), en su primer día de colegio. Y los dos se encontraron con colegios en obras, barras de hierro punzantes por los pasillos y cables a la vista. Manuel llevaba a su hijo al colegio Ciudad de Valencia, en Villa de Vallecas, y a pesar del temor de que el niño pudiera lesionarse, allí le tuvo que dejar. Pedro, sin embargo, ante el estado del centro, sabía que su hijo sería trasladado en autobús a otro colegio. Pero éste estaba nada menos que en Moratalaz, cuando el que le correspondía, el CP Portugal, estaba en la plaza de España, en el barrio en el que viven.

El retraso en las obras de los colegios es una de las quejas que ayer presentaron en el inicio de curso tanto los sindicatos como las asociaciones de padres. La FAPA Giner de los Ríos calcula que al menos en otros ocho centros de la capital y de la zona sur los alumnos no han podido empezar sus clases ayer o lo harán entre cascotes. Unos 460.000 niños de 3 a 12 años comenzaron ayer sus clases en la región.

UGT y CC OO, por su parte, reclaman un plan de inversiones de 510 millones de euros para paliar las carencias del sistema educativo madrileño, tanto de personal como de centros. La inversión serviría para contratar a 3.750 nuevos profesores (2.000 en primaria y 1.750 en secundaria). Con ellos se reduciría el número de alumnos por clase y se prestaría especial atención a los alumnos con retraso educativo. Con estos fondos se construirían además 137 escuelas infantiles, 45 casas de niños, 35 colegios y 21 institutos.

La Federación de religiosos de la Enseñanza, que agrupa al 70% de los centros concertados, reclamó, por su parte, más dineros, ya que, aseguran, una auditoría de la Consejería ha detectado un déficit económico de entre un 30% y un 135% por aula concertada.