LOS VISITANTES QUE LLEGARON POR EL AIRE

La reina de Inglaterra sigue teniendo visitantes inesperados. El tradicional té de Isabel II quedó el martes interrumpido súbitamente cuando dos planeadores hicieron un aterrizaje no programado en los tranquilos jardines del castillo escocés de Balmoral, donde la soberana pasa sus vacaciones. Según informaba ayer la prensa británica, los pilotos participaban en una competición de planeadores cerca de Balmoral cuando perdieron altura y se vieron forzados a aterrizar cerca de donde la reina tomaba el té con unos amigos. Nada más producirse el incidente, la soberana entró en el interior del castillo, pero el personal de seguridad no se alarmó demasiado porque estaba al tanto de este evento deportivo. 'No hubo preocupación por la seguridad. La policía estaba al tanto de la competición y conocía a los aviones que participaban', puntualizó un portavoz del palacio de Buckingham. Según esta fuente, la soberana tomó fotografías de los imprevistos visitantes. El piloto de uno de los aeroplanos, James Davidson, dijo después que no pudo ver a la reina, pero que en cuanto aterrizó varios policías les dieron la bienvenida. Los dos planeadores, cuyos pilotos, un hombre y una mujer, no resultaron heridos, participaban, según la policía, en una competición organizada por un club vecino de vuelo. Después de perder las corrientes de aire caliente ascendentes, se vieron obligados a posarse en el primer terreno llano a su alcance, ocurriendo en los jardines de la residencia real. 'No estamos seguros de que supieran que se trataba de Balmoral', subrayó un portavoz policial. La reina y su esposo, el príncipe Felipe, a cuyo alrededor se ha reforzado la seguridad según se aproxima el aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, expresaron su satisfacción por el hecho de que los pilotos pudieran posarse sanos y salvos, subrayó el portavoz del palacio de Buckingham.-