La renuncia del mediador bloquea la solución del encierro de Sevilla

La Comisión Gestora de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, en la que 423 inmigrantes permanecen encerrados desde el pasado 10 de junio, mostró ayer su 'firme apoyo' al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que el jueves decidió interrumpir su mediación con los encerrados, después de que estos rechazasen sus propuestas.

Mediante un comunicado aprobado por unanimidad, la Comisión Gestora de la UPO muestra su preocupación por la 'ausencia de una colaboración total' de los inmigrantes en la negociación iniciada por Chamizo. La UPO agradece la mediación del Defensor, que fue solicitada por la Rectora, Rosario Valpuesta, e insiste en considerar a la institución del Defensor del Pueblo Andaluz como la 'instancia idónea' para encontrar una solución al encierro.

Asimismo, la Universidad advierte también de que, cuando en los próximos días se dé por finalizado el curso, descenderá la actividad de administración y servicios que viene proporcionando el apoyo logístico humanitario al colectivo de inmigrantes, y pone de manifiesto su preocupación por la 'posible existencia de otros intereses' que puedan estar 'obstaculizando' la colaboración de los encerrados en la negociación.

Para el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, la mediación del Defensor del Pueblo es también 'la única salida' al encierro. 'Los inmigrantes no van a encontrar un intermediario mejor, que ponga más voluntad y sensibilidad', subrayó Chaves, quien advirtió al colectivo encerrado de que la situación es muy compleja y ellos 'no deben ponerla más difícil'.

Durante las tres horas de reunión que mantuvo el jueves con los representantes de los inmigrantes, Chamizo ya les señaló que 'el tiempo juega en su contra'. Los inmigrantes se negaron a seguir el camino marcado por el Defensor, que pasaba por que cada encerrado le facilitara sus datos personales y su situación socio-jurídica para que una comisión de juristas analizara cada caso, y Chamizo optó por retirarse de la negociación que ha encabezado durante 18 días hasta que los encerrados aclaren la vía que pretenden seguir.