Hospitalizados en Madrid seis jóvenes, uno de ellos en coma, por consumir 'éxtasis'

Al menos seis personas resultaron ayer intoxicadas tras consumir sustancias ilegales, presumiblemente GHB o éxtasis líquido en una fiesta de música house que se celebró en la discoteca Universal Island en Leganés (Madrid). Todos tuvieron que ser hospitalizados, aunque uno de ellos fue dado de alta ayer. La fiesta había empezado a las diez de la mañana, estaba previsto que concluyera a la una de la madrugada y contó con una asistencia de unas 3.000 personas.
El primer intoxicado, un varón de 27 años, vecino de Móstoles, se desplomó en el interior de la discoteca minutos después de las 15.00 horas. Fue trasladado a la enfermería del centro comercial donde se encuentra el establecimiento donde entró en coma. Una UVI móvil lo trasladó al hospital Severo Ochoa de la localidad.
La Policía Municipal desplazó a las 18.20 a otros tres jóvenes al mismo hospital, dos de ellos varones que manifestaron encontrarse mal. La mujer que les acompañaba, que en principio estaba bien, sufrió un desvanecimiento al llegar al hospital. Un hombre de 31 años, también vecino de Móstoles, sufrió una crisis a las 19.30 y también fue trasladado al hospital Servero Ochoa. La discoteca Universal Island está en un extremo del Centro Comercial Parquesur. Según varios asistentes, la discoteca celebra una fiesta de música house con el nombre de Goa el primero o segundo domingo de cada mes. Los organizadores llegaron incluso a prever autobuses gratuitos para trasladar a las personas que quisieran asistir a la fiesta desde el centro de Madrid. La entrada costaba entre 18 y 22 euros. Ningún miembro de la organización quiso ayer hacer declaraciones.
Un portavoz del Ayuntamiento de Leganés manifestó que la fiesta tenía los permisos en regla. Algunos asistentes al evento admitieron al abandonar el local que en la fiesta se consumían sustancias ilegales, como pastillas o éxtasis líquido.
El GHB (Gamma-Hidroxibutírico), nombre científico del éxtasis líquido, es una droga que empezó a comercializarse en las islas Baleares y que llegó a las discotecas madrileñas en 1995. Antes de servir como droga se utilizó en medicina como analgésico o hipnótico. Los efectos son sedantes, al contrario del éxtasis en pastillas.
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