Un muerto en el río

La tercera novela de Manuel Lozano Leyva (Sevilla, 1949) contiene argumentos propios de la aventura, el relato sarcástico y el policiaco, tres ingredientes para construir un libro atractivo El protagonista es un hombre jubilado, Horacio Alcántara, que decide buscar el espíritu de su mujer en un pequeño pueblo alemán. Una vez en Osten, así se llama la localidad germana, Alcántara traba conocimiento con sus habitantes: un repartidor comunista, unos policías y una hermosa y enigmática mujer, Urike, que vive al cuidado de un padre déspota.

La serenidad se rompe cuando el padre de la mujer aparece asesinado y las pruebas implican tanto a la hija como al viajero. A partir de aquí comienza una narración tensa y atractiva. El narrador, Manuel Lozano, comparte su inclinación por la narrativa, de la que dio cuenta en El enviado del rey y Conspiración en Filipinas, con su profesión de físico y miembro en representación de España dell Comité Europeo de Física Nuclear. Lozano Leyva es también un gran aficionado a los caballos y vive en una finca a las afueras de Sevilla 'junto con su esposa alemana, unos caseros de la tierra, un burro, unos cuantos perros, gatos y muchos caballos'.