Ironía y rabieta del 'Tigre' Effenberg

Effenberg tiene la cabeza de una fiera y la voz de un efebo. El capitán del Bayern, apodado Tigre, se levanta los pelos de su cabellera rubia con un fijador, como si fuera un mohicano, y a sus 33 años destaca por lo irritable. Ante la pregunta de si su equipo piensa cerrarse atrás y defender el resultado (2-1) de la ida, se pone más rojo que un farol chino. '¡Qué pregunta más tonta!', exclama con voz de terciopelo al tiempo que ejercita una mirada sicopática. '¡Cuando tengamos nosotros el balón, no pretendarán que se lo demos al Real Madrid!'.

Tras la perorata, Stefan Effenberg hace un silencio teatral. Mide a su audiencia y prosigue desenvolviendo su particular versión del expresionismo alemán. Se pone irónico: 'Jugaremos como de costumbre. Le daremos el balón al Madrid con la intención de hacer el partido de hace dos años, que perdimos 2-0. Defendiéndonos, sin la pelota, será imposible que marquemos'.

Sobre la eliminatoria, Effenberg se mostró confiado: 'Estamos preparados antes, estaremos preparados durante, y seguiremos preparados después. Nuestras perspectivas son fáciles. Se trata de contener el espíritu ofensivo del Madrid y controlar el partido. Hasta ahora hemos conseguido el 50%. Mañana, estoy seguro, lograremos el resto. Volveremos vivos'.

Este medio centro preciso y arrogante al que Hugo Sánchez calificó de 'payaso' es el conductor por excelencia del juego bávaro. Heredero de grandes pasadores, de Beckenbauer, Overath, Shuster o Netzer, sus mejores días parecen acabados. Tras el fichaje de Deisler (Hertha), Ballack y Zé Roberto (Leverkusen), el Bayern le anunció que prescindirá de sus servicios. Así es que Effenberg ha buscado equipo en Inglaterra y en España (Atlético) con cierta suficiencia. Hace días le preguntaron por su futuro y respondió sin dudarlo: 'Si los clubes me siguen tocando los cojones, igual me retiro a fin de temporada'.