Alta presión nuclear

El debate sobre el futuro de la energía nuclear ha llegado a España. Alentadas por la comisaria de Energía y Transportes y vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, las grandes compañías eléctricas, con el presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, y el todavía presidente de la asociación patronal eléctrica Unesa, José María Amusátegui, a la cabeza, se han apresurado a defender la producción de energía en centrales nucleares.

El Gobierno del PP no ha querido abrir un debate de discutible rentabilidad política, ha decidido esperar y ver. En el Plan de Infraestructuras Energéticas elaborado por el Ministerio de Economía hasta el año 2011, que se debate actualmente en el Parlamento, se apuesta por el gas natural como fuente de energía y por mantener el mapa nuclear actual: siete centrales en funcionamiento que generan aproximadamente un tercio de la electricidad que se consume.

El incipiente debate coincide con un clima de inquietud debido a la escasez de electricidad por los apagones registrados el pasado año. En Estados Unidos, la Administración de George Bush apuesta decididamente por la energía nuclear. En Europa, países como Alemania y Suecia avanzan, tímidamente, en el diseño de medidas para desmantelar por completo las centrales, mientras Francia mantiene un potente parque nuclear. Bruselas defiende la energía nuclear porque es menos contaminante que otras fuentes de energía y ayudaría a cumplir los compromisos de Kyoto.