Los números encogen a los blancos

Para el Madrid, se mire por donde se mire, Vigo es un viaje decididamente incómodo. No es sólo un intruso molesto en el calendario; una fecha demasiado cercana a otra marcada en rojo desde hace tiempo, el 6 de marzo, la final de la Copa, el acto central del Centenario. Es también un mal recuerdo, el de un escenario, Balaídos, en el que los blancos han sucumbido en las cinco últimas temporadas y no ganan desde hace siete. Y es, al fin y al cabo, un desplazamiento, su mal crónico este curso: tres derrotas consecutivas en la Liga, cinco encuentros seguidos sin ganar, sólo tres victorias.

Por si fuera poco, en Galicia les espera un público encendido ante lo que entiende como una persecución arbitral contra su equipo y dispuesto a jugar activamente su propio partido: manifestación previa en las inmediaciones del estadio, cánticos preparados para presionar al colegiado y el cartel de no hay billetes garantizado.

Ayer, la preocupación del Madrid ante la cita quedó reflejada en las palabras de Vicente del Bosque. Molesto por que se hayan anulado las sanciones de Mostovoi, Catanha y Cáceres, el técnico dijo que, puestos a rearbitrar los encuentros, se debería haber suspendido a los dos centrales del Celta por algunas acciones punibles en el duelo con el Betis.

Los centrales célticos sí pisarán hoy Balaídos (21.00, Teletaquilla), pero no lo harán dos de los madridistas. Hierro, sancionado, y Karanka, lesionado, pondrán a prueba de nuevo la demarcación más criticada. Lo normal es que Pavón y Helguera formen pareja. Tampoco estará Figo, aún en proceso de recuperación, pero sí los otros tres grandes tenores blancos: Zidane, Roberto Carlos y Raúl.

Celta: Cavallero; Coira, Cáceres, Sergio, Silvinho; Luccin, Giovanella; Edú, Mostovoi, Gustavo López; y Catanha.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Pavón, Roberto Carlos; McManaman, Makelele, Solari, Zidane; Raúl y Morientes.