El ingenio de Joaquín guía de nuevo al Betis

Esta vez no medió un formidable golazo como el que hace dos jornadas le endosó al Tenerife, pero dio igual. La cosa está en que, una vez más, fue Joaquín quien propició que el Betis siga disfrutando de tan envidiable situación cuando la primera vuelta de la competición toca a su fin.

Ayer, ante el ordenado Mallorca de Kresic, el canterano no pudo celebrar como acostumbra esos goles con los que encandila a la afición, y no porque no lo intentara, pero sí consiguió levantar al público de sus heladas localidades y hacerlo entrar en calor con un detalle mezcla de calidad y listeza. 'Es un ratón colorao'. Así sentenciaba un aficionado del Betis la jugada que bordó Joaquín dentro del área del Mallorca. Al borde del descanso, apareció el canterano, intentó hacerse un sombrero con el que deshacerse de los rivales y Niño se vio obligado a meter la mano. Resultado: Iturralde González señaló el penalti a instancias de su asistente y lo transformó magistralmente el portugués João Tomás tras engañar al portero mallorquinista, Leo Franco.

Un chispazo de inteligencia que, por unos minutos, rompió la dinámica de un encuentro que de principio a fin estuvo marcado por el juego de contención y el excesivo centrocampismo y en el que ambos rivales apenas se concedieron minutos para el espectáculo. El Mallorca, porque no renunció a su credo: orden, presión y defensa a ultranza hasta pillar al rival en un renuncio a través de Luque o Eto'o. El Betis, por tratar de jugar a lo mismo que su rival y por su incapacidad para abrir huecos por los que sus dos jugadores más decisivos, Denilson y Joaquín, desplegasen su repertorio de recursos.