Los peritos judiciales ven infracciones en las obras de ampliación del Prado

Un informe pericial redactado por el Colegio de Arquitectos de Madrid, a petición de la Sala III de lo Contencioso del Tribunal Supremo, revela múltiples infracciones urbanísticas en el proyecto de ampliación del Museo del Prado, diseñado por Rafael Moneo, informa Efe. Las obras de ampliación del Prado hacia la iglesia de los Jerónimos, que ya se han iniciado, disponen de una asignación económica de 8.826 millones de pesetas. La ampliación fue aprobada por el Consejo de Ministros el 2 de octubre de 1998 basándose en su 'excepcional interés público'.

La citada prueba pericial ha sido encargada por el Supremo a petición de la asociación de vecinos del barrio de los Jerónimos. Esta asociación tiene presentada una demanda contra el proyecto por considerar que atenta contra el claustro (actualmente desmontado) de la iglesia de San Jerónimo el Real, que es monumento nacional desde 1925.

El arquitecto ponente del informe, Juan Ridruejo Brieva, elegido por insaculación en el Colegio, ha emitido un informe en el que indica que 'el proyecto de ampliación incumple la normativa urbanística vigente', y que también la incumplen 'todas las soluciones introducidas sucesivamente para superar las críticas iniciales recibidas'. Ridruejo cita hasta seis vulneraciones de la legalidad, la mayoría en relación al claustro de los Jerónimos: segregación de la parcela, cambio de uso, implantación de edificabilidad, ocupación de dominio público, incumplimiento de la protección histórico-artística y demolición de un monumento.

Los aspectos esenciales

El informe sostiene que el Plan Museográfico de 1997 es el origen de 'las infracciones a las normas urbanísticas del Plan General de Madrid' y añade que las determinaciones que constituyen el proyecto 'incumplen radicalmente la normativa urbanística en sus aspectos esenciales'. Ridruejo asegura que la normativa urbanística prohíbe la 'segregación de la parcela [del claustro] para su cesión al ministerio por ser un bien catalogado', y agrega que tampoco es posible su 'cambio de uso' ni la 'implantación de edificabilidad'. El proyecto prevé construir unos 13.000 metros cuadrados (el llamado cubo de Moneo) en un lugar en el que sólo estaban los muros del claustro.

El plan proyecta también ocupar el espacio situado bajo rasante de la calle de Ruiz de Alarcón con un edificio de conexión subterránea entre el museo y la nueva edificación, lo que supone, según el informe, 'una ocupación del dominio público' que hubiera requerido 'un plan especial o una modificación especial' de las normas urbanísticas.

También incumple el citado proyecto la protección que debe darse al conjunto monumental histórico-artístico de los Jerónimos, ya que la legislación sólo permite obras de reestructuración puntual cuando tengan por finalidad la adaptación del edificio a la normativa contra incendios. La infracción más notoria, según el informe, 'es la demolición del claustro de los Jerónimos para la posterior recomposición de sus piedras y sillares en una nueva situación, ligeramente desplazada respecto al original'.