John cayó abatido cuando iba a recargar su móvil, según su familia

John Hernán Valencia, de 26 años, uno de los tres hombres que murieron asesinados la noche del pasado martes en un barrio de Ciudad Lineal, estaba en la zona del tiroteo 'por pura mala suerte', según sus familiares. Éstos aseguran que la noche del crimen había acudido al locutorio Quindio Express, en la calle de Servando Batanero, para recargar el saldo de su teléfono móvil. Estaba esperando en la cola cuando se desató la balacera y un proyectil le atravesó el pecho.

Valencia fue enterrado ayer en el cementerio de Majadahonda. La familia señaló que el fallecido era 'inocente' y que no estaba relacionado con la refriega registrada junto al locutorio telefónico. 'No se había metido con nadie. Tan sólo estaba como un cliente, sin más. Cuando se produjo el tiroteo, salieron los que llevaban las pistolas y se liaron a dar tiros a diestro y siniestro sin ver a quién daban. La mala suerte hizo que le alcanzaran a él', explicó un familiar. 'John se vio envuelto en un tiroteo en el que no tenía nada que ver', señalaba otro pariente.

John Hernán había llegado a España procedente de su ciudad natal, Cali, hace cuatro años. Se ganaba la vida 'haciendo chapuzas', según un familiar. Lo mismo pintaba una casa que se dedicaba a la albañilería o se metía en labores de fontanería. Era hijo único.

La bala le entró por el pecho. Una UVI móvil del Samur-Protección Civil lo trasladó al hospital de la Princesa, donde falleció a las tres horas.

La familia de John Hernán protestó por la versión policial de que el tiroteo se debió a un ajuste de cuentas entre dos bandas por el impago de un alijo de drogas. El fallecido no pertenecía, según sus allegados, a ningún grupo ni se dedicaba al narcotráfico. 'Era una persona que no se metía en líos', aseguró un familiar.