El historiador Miguel León-Portilla recibe el Premio Menéndez Pelayo

'Cuando muere una lengua, la humanidad se empobrece notoriamente. Cada lengua es como un ordenador del pensamiento que nos permite acercarnos a todos los misterios del mundo desde perspectivas diferentes'. Así se expresa el historiador mexicano Miguel León-Portilla (México, 1926), quien recibió ayer en Santander el XV Premio Internacional Menéndez Pelayo. Se lo entregó la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, en presencia del director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes, así como del patrocinador del premio, Eulalio Ferrer, entre otras personalidades.

León-Portilla, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, agradeció emocionado el galardón, dotado con ocho millones de pesetas, al considerarlo 'un reconocimiento al valor de las antiguas culturas indígenas del Nuevo Mundo, en particular de México'.

En su medio centenar de obras, el historiador siempre ha apostado por la defensa de las culturas indígenas. 'Esa ha sido mi lucha toda la vida', afirma. Autor de obras traducidas en todo el mundo, como La visión de los vencidos, relaciones indígenas de la conquista (escrita en 1959), León-Portilla se siente en la actualidad muy vinculado a la situación de los pueblos indígenas.

'No soy sólo un ratón de biblioteca, me interesa la lucha de las minorías indígenas por hacerse oír', asegura. Su contribución para combatir 'la amenaza terrible de los lengüicidas' ha sido promover la 'actitud sensata de aceptar la realidad multicultural sin menoscabo de la unidad de un país'.

El otro asunto central en sus investigaciones ha sido la recuperación de la memoria de los primeros humanistas españoles que contribuyeron a conservar las culturas precolombinas, como Sebastián Ramírez de Fuenleal, Andrés de Olmos, Vasco de Quiroga, Bernardino de Sahagún, Alonso de Molina o Bartolomé de las Casas.

A todos ellos se refirió ayer en su discurso de agradecimiento al afirmar: 'Si la conquista fue traumática, el pensamiento y la acción infatigables de los humanistas restañaron heridas, hicieron realidad utopías y fueron cátedra fundacional en el derecho de gentes'.

León-Portilla aprovechó estos días su presencia en Santander para reivindicar ante la prensa en varias ocasiones los derechos culturales de las minorías. 'Frente a los procesos rampantes de globalización, que en materia cultural nos querrían casi, casi clonar, lo cual es terrible, surgen las minorías defendiendo sus identidades, y éste va a ser uno de los grandes temas del siglo XXI', pronosticó.