Una comercial con cargos

La actividad profesional de Pilar Giménez-Reyna ha estado muy ligada a la familia Camacho. Figura como administradora en la delegación que Bolsa Consulting abrió en la céntrica calle Carretería de Cuenca, chiringuito que fue multado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en 1993 y que contaba con otras dos sociedades en Madrid y Asturias.

Su paso por Gescartera se remonta a 1992, donde ha ocupado la dirección comercial. Su labor comercial, precisamente, fue el argumento que hoy esgrimió en su descargo ante la juez. Así, pese a su condición de presidenta de la agencia de valores Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, según su versión, sólo se ocupaba de la captación de clientes, y no antendía a las cifras y mucho menos a las inversiones, que estaban en manos de los apoderados.

Giménez-Reyna mostró su asombro por la desaparición de los 13.000 millones de Gescartera y su propio abogado, Agustín Tornos, la consideró una víctima más, ya que sus ahorros y los de su familia estaban comprometidos en la entidad que presidía. Según la presidenta de Gescartera, su cargo era formal y no contaba con poderes, ni disposición de patrimonio, ni gestión, ni firma en la agencia.

Sin embargo, su nombre, asociado por parentesco al del secretario de Estado de Hacienda, fue utilizado por la agencia para captar clientes, según manifestaron éstos en la asamblea que la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) celebró el miércoles en Madrid. Los apellidos Giménez-Reyna, señalaron, eran una garantía añadida para colocar ese dinero.

Además de estos cargos, Pilar Giménez-Reyna fue administradora de la gestora de fondos de pensiones Gescartera Pensiones, donde ocupó también la presidencia.

No se le conocen otras responsabilidades al frente de sociedad alguna, girando toda su actividad profesional en torno a José Camacho y su hijo Antonio Rafael Camacho.