Beristain brinda la máxima distinción de la judicatura a las víctimas del terrorismo

'Ante todo, gracias. Y Agur Jaunak'. Tras este saludo, el profesor y jesuíta Antonio Beristain, presidente de honor del Instituto Vasco de Criminología (IVC) de la UPV, dedicó ayer la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, la máxima condecoración de la judicatura española, a las víctimas del terrorismo. 'Nos duele que ellas no puedan estar jamás entre nosotros. Cada día nos resulta más imposible olvidarlas. Ellas sí se merecen ésta y mayores condecoraciones. Son lo mejor de nuestra sociedad', afirmó Beristain tras serle impuesta la cruz por Javier Delgado, presidente del Consejo General del Poder Judicial.

Beristain, catedrático emérito de Derecho Penal de la UPV, licenciado en Filosofía y Teología y doctor honoris causa por la Universidad de Pau, con una dilatada trayectoria docente, investigadora y editorial, ensalzó los valores 'esprituales' de la justicia, porque 'el dominio hegemónico de la razón y la técnica pueden abocarnos a la sinrazón, al terrorismo, al totalitarismo, al genocidio y al holocausto'.

En su discurso, recordó 'emocionado' al fiscal Luis Portero y al general togado José Francisco Querol, ambos asesinados por ETA. Y manifestó que 'en el alfa y omega de los derechos está el interés superior de las víctimas, a quienes hay que devolverles su protagonismo y excelencia'.

Beristain estuvo acompañado en el Palacio Miramar por el rector de la universidad pública vasca, Manuel Montero, el magistrado del Tribunal Supremo Joaquín Giménez, el director del IVC, José Luis de la Cuesta, y numerosos representantes de la judicatura, la política y la universidad.