Dado de alta el bebé atacado por dos perros de la familia en Figueres

El bebé Josep S. G., que hace tres semanas, cuando contaba con 48 horas de vida, recibió graves heridas en la cabeza a causa del ataque de dos perros husky siberianos propiedad de su familia, fue dado ayer de alta del hospital infantil Sant Joan de Déu de Barcelona. A pesar de que en un principio las heridas sufridas por el pequeño hicieron temer por su vida, las últimas pruebas han dado resultados muy satisfactorios, según informaron ayer fuentes del centro hospitalario, y los médicos confían en que las lesiones cerebrales causadas por los canes no le originen secuelas ni problemas en el futuro.

El bebé ha sido sometido a dos importantes operaciones quirúrgicas durante las tres semanas que ha permanecido en el centro hospitalario, durante las cuales le fueron limpiadas las heridas, recompuesta la cavidad craneal y reparada una hernia cerebral. El examen neurológico a que fue sometido ayer el bebé dio unos resultados normales. Los médicos estiman que la corta edad del pequeño, si bien propició, por una parte, que las dentelladas de los perros atravesaran más fácilmente su cavidad craneal, también ha permitido, por otra, que las lesiones se hayan curado con más rapidez que en un adulto. Ayer el estado general del pequeño era bueno, se alimentaba con normalidad y las heridas traumáticas habían cicatrizado perfectamente.

El bebé sufrió el ataque de los canes mientras se encontraba en su cuna, en casa de sus abuelos. Los perros husky pertenecen a una raza caracterizada por su fortaleza y su nerviosismo, pero no precisamente por su agresividad. De hecho, los dos animales nunca habían dado muestras de agresividad y posiblemente confundieron al bebé con un cachorro o con un juguete e intentaron jugar con él.

Los médicos especialistas del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona recalcaron ayer que fueron básicos para salvar la vida del pequeño los primeros cuidados que se le dispensaron en el hospital de Figueres. Los perros que atacaron al niño permanecen recluidos en la perrera de Figueres.