El suicida
De Régis Debray se dijo en Francia que, ya que deseaba suicidarse, podría elegir una forma más noble que la de atacar a los mártires de Kosovo. Me alegra volver a ver este nombre del intelectual del Che en Bolivia; cuando les cazaron los rangers, al Che le fusilaron (si se puede decir) en el acto y a Debray le condenaron a cadena perpetua. Salió por presión de Francia, y fue elegido por Mitterrand asesor para asuntos del Tercer Mundo: lo abandonó amargado. No es un político, es un pensador: a la antigua. Cuando ahora conmemora el centenario de la acepción de la palabra intelectual, dice que es algo que ha muerto; se distinguía por querer actuar sobre la opinión de su tiempo y ahora hay otras fuerzas.
No debo insistir en ese artículo porque está a la vista. Escribió otro (1999), también en este periódico, que empezaba con una cita de Gabriel Tarde (siglo XIX): 'No tener más que ideas sugeridas y creer que son espontáneas tal es la ilusión propia del sonámbulo, y también del hombre social', y añade él: 'Cuanto más molesta es la realidad, más necesitamos encubrirla con mitos'. Debray es un hombre de desengaños: participó en la revolución del Comandante, perdió y analizó por qué, creyó que el revolucionario mítico iba precisamente a perder, y decidió que era un mal proyecto. Trabajó con Mitterrand: había pasado mucho tiempo fuera de su patria -fuera de Europa-, y creía que estaba en presencia de un socialismo. Cuando supo que no, se fue. Pero escribió después, en Le Monde, una 'Carta al presidente': hablaba de Serbia y de Kosovo y explicaba que era una guerra injusta, que la gente era una manada presionada por los medios y los políticos y no se enteraba de la realidad, sino del mito creado. Entonces empezó su linchamiento y su vía crucis.
Se echaron sobre él los nuevos filósofos, especialmente Bernard Hénry Lévy (que publica en España un asombroso libro sobre Sartre donde le acusa de todo y le redime al final porque se convierte, dice, al judaísmo, y es colaborador de El Mundo); quien decía que se asistía en directo al suicidio de un intelectual. No, claro: a su asesinato. El director del periódico de Debray se decidió a defenderle y escribió que era víctima de 'la tendencia al discurso único, la dictadura de los bienpensantes, el linchamiento mediático y la opresión de las disidencias' (Jean-François Kahn, Marianne). Debray comenzó a desaparecer en Francia, donde los viejos filósofos inventaron la razón con letras griegas. El ostracismo fue real. Y ahora vuelve, en este periódico: conviene leerle.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Al menos dos muertos y nueve heridos en un tiroteo en la Universidad de Brown, en Estados Unidos
‘Los domingos’, en cine, y ‘Anatomía de un instante’, en serie, ganan en los premios Forqué 2025
Hamás acusa a Israel de “socavar el alto el fuego” en Gaza al atacar al número dos de su brazo armado
Pedri dirige y Raphinha ejecuta en el Barça de Flick
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Los 50 mejores libros de 2025
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados
- El jefe de la misión de rescate de María Corina Machado: “Fue una de las operaciones de mayor riesgo en las que he participado”




























































