Indra aplaza cualquier compra hasta 2002 y prepara una reorganización en su cúpula

Indra, la compañía de tecnología de información y de defensa, sigue manteniendo su objetivo de realizar compras selectivas e incluso de plantearse una fusión con una empresa del sector de tamaño similar al suyo, aunque ha decidido aplazar cualquier operación hasta 2002, según aseguró ayer su presidente, Javier Monzón.

La compañía tiene en marcha un estudio, que espera concluir en otoño, en el que se analicen las posibilidades de una operación de este tipo que, según Monzón, no se verá entorpecida por la acción de oro que tiene el Gobierno, puesto que ésta está limitada a las actividades de defensa.

La compañía prevé alcanzar en el primer semestre el objetivo de incrementar el beneficio neto un 18% para todo el año. No obstante, en ese objetivo se excluye el impacto de los ingresos por procesos de recuento electoral, que el año pasado le reportaron 14.401 millones de pesetas y que en este ejercicio puede sufrir un brusco descenso tras renunciar a los concursos de Perú y Filipinas, aunque confían en hacerse con los comicios que se llevarán a cabo en Argentina en octubre y tomar posiciones en el mercado de Estados Unidos.

Monzón negó que hubiera problema alguno en la división de defensa, y aseguró que durante este mes o a comienzos del que viene se constituirá finalmente la sociedad española de misiles junto a CASAa, MDB e Izar.

Por otra parte, la compañía prepara una reestructuración de su organigrama, cuya principal novedad será el nombramiento de un consejero delegado, informaron fuentes cercanas a la compañía. El cargo puede recaer en Regino Moranchel, actual director general de operaciones.