El Vaticano suspende al arzobispo Milingo porque su boda le 'sitúa fuera de la Iglesia'

El tono seco de la nota vaticana, en la que se invita a los fieles 'a sacar las consecuencias oportunas' del comportamiento y las acciones del ex obispo, refleja mejor que mil análisis las dimensiones de la herida abierta por Milingo en la Iglesia católica. Hasta el momento mismo de la ceremonia colectiva de matrimonio, celebrada en el Hotel Hilton de Nueva York, en el Vaticano se quería creer que el prelado daría marcha atrás antes de consumar la ruptura pública y escandalosa con la Iglesia.

Las propias palabras de Navarro Valls, que alude a las sanciones canónicas que 'le serán comunicadas', incluyen implícitamente esta condena máxima de la Iglesia católica que se aplica a los que cometen asesinatos, o son considerados apóstatas o herejes. De momento, Milingo ha perdido su capacidad de administrar sacramentos (caso de aceptar una disciplina punitiva católica, cosa que no está asegurada), y si se produce la excomunión, perderá además el derecho de recibirlos. Es más que probable que el ex prelado haya sopesado las consecuencias de una boda pública, oficiada por el fundador de la Iglesia Moon, considerada en el Vaticano como una secta anticristiana, y esté dispuesto a afrontarlas. En sus declaraciones a los periodistas que acudieron a la espectacular boda neoyorquina, Milingo dejó claro que le trae sin cuidado la excomunión, pese a hacer profesión de fe católica y asegurar una y mil veces que no piensa abandonar la Iglesia.

El caso Milingo podría convertirse en una versión africana del cisma del obispo francés Marcel Lefebvre, que ha tenido consecuencias muy negativas para la Iglesia católica. Un Milingo decidido a predicar a su estilo un mixto de fe cristiana-pagana con una gotas de teoría religiosa de los Moon podría tener efectos letales en el continente. En los ambientes religiosos de Roma, la desolación era ayer total, aunque no todas las posiciones eran críticas hacia Milingo.

Gabriele Amorth, el exorcista romano más conocido, ha salido en defensa del ex obispo africano asegurando que ha caído en poder de Moon. De acuerdo con su versión de los hechos, Amorth ha sido una de las primeras personas en enterarse de lo que preparaba Milingo. 'Tres días antes de su boda me llamaron unos amigos del obispo para que le exorcizara a distancia. Pero no podía hacerlo, porque Milingo no era un endemoniado sino una persona captada por una secta. Ahora es imposible acercarse a Milingo y la secta continuará adoctrinándolo, como suelen hacer los Moon. Si regresara a Italia sería posible actuar de alguna forma, pero estoy convencido de que lo tendrán bajo su control'.

Lo cierto es que las autoridades vaticanas intentaron hasta última hora contactar con Milingo en Nueva York. La misión se le encargó al arzobispo auxiliar de la ciudad que no pudo acercársele, porque los Moon se lo impidieron.