Los países de la antigua Yugoslavia llegan a un acuerdo sobre la herencia común

Los cinco países nacidos tras la desintegración de la antigua Yugoslavia lograron ayer en Viena un acuerdo sobre el reparto del patrimonio común.

Tras 11 días de debate a puerta cerrada en un hotel de Viena, los delegados de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) anunciaron que el acuerdo se firmará dentro de tres semanas, tal vez en la capital austriaca. El jefe de la delegación de Yugoslavia, Dobrosav Mitrovic, adelantó alguno de los términos del documento y se mostró satisfecho del compromiso alcanzado. Mitrovic aseguró que el documento se elaboró 'de acuerdo con los niveles europeos'.

El compromiso abarca desde el reparto de las finanzas, la propiedad mueble e inmueble y las representaciones diplomáticas hasta la regulación de los asuntos sobre las pensiones, el patrimonio privado y los archivos. Mitrovic declaró que el reparto de las finanzas se hará con arreglo a la cuota de un 38% para la República Federal de Yugoslavia, un 23% para Croacia, un 16% para Eslovenia, un 15,5% para Bosnia-Herzegovina y un 7,5% para Macedonia.

El negociador esloveno, Miran Mejak, declaró que en el momento de la desintegración de Yugoslavia el patrimonio común ascendía a unos 100.000 millones de dólares (casi 19 billones de pesetas al cambio actual). No obstante, se ignora hoy día el volumen de la cantidad para repartir. El representante internacional para Bosnia-Herzegovina, el diplomático austriaco Wolfgang Petritsch, calificó de 'día histórico' la jornada de ayer y felicitó a las cinco delegaciones por el acuerdo logrado.