Arte y técnica

Estudio de Oldrich Duras, 1903.

En su excelente libro El arte del ajedrez, Luciano Cámara recuerda una reflexión de Savielly G. Tartakower sobre el hoy archiconocido mate etouffé, o mate de la coz: 'Dejemos asentado cuán pronto se transforma lo original en simple técnica', decía. 'Así, por ejemplo, el primer jugador que dio el mate etouffé entregando la dama tuvo, sin duda, una inspiración divina, mientras que desde entonces esta forma de ganar se tiene por evidente en muchas combinaciones'. Lo mismo sucede con este interesante estudio del gran Oldrich Duras (1882-1957). Quien conozca el procedimiento ganador considerará el mismo de escaso interés, una mera cuestión de técnica. Pero quien no lo conozca sufrirá lo suyo para encontrarlo. Y eso que ya sabe que las blancas ganan; medítese un momento sobre el mérito de quien por vez primera concibió la idea ganadora. Se ha recorrido la distancia que va del arte a la técnica. Aparentemente, las blancas no están en condiciones de ganar; después de 1 Td2 j., Re7 (y no 1... Re8), no se aprecia salida para el rey blanco sin sucumbir al jaque continuo: 2 Rc7 o Rc8, 2... Tc3 j., etcétera (si el rey negro estuviese en e8 las blancas ganarían con 2 Rc7, Tc3 j. / 3 Rd6). Y si 2 Tc2, Rd7 y los jaques en la columna no dan nada. Existe, sin embargo, un notable recurso ganador: 2 Td6!!, que desarma el esquema defensivo de las negras. Si 2... R - d6 / 3 Rc8, Tc3 j. / 4 Rd8 ganando. Si 2... Re8 / 3 Rc7, Tc3 j. / 4 Tc6, etcétera. De modo que hay que jugar 2... Tc3, y ahora no 3 Ra7, Ta1 j. y tablas, sino otra sorpresa: 3 Tc6!!, que no tiene réplica aceptable; si 3... Ta3 / 4 Rc7 ganando, y si 3... T - c6 / 4 Ra7 y el peón corona con victoria elemental. ¿Arte o técnica? Depende.