La sociedad catalana afronta desafíos determinantes para su futuro en 2001

Las administraciones y las más importantes instituciones catalanas se enfrentan al año 2001 con serios retos de cuya superación depende en buena medida el futuro de la mayoría de los ciudadanos. EL PAÍS publica hoy un detallado informe sobre la trascendencia de estas asignaturas pendientes, que van desde los grandes desafíos en el campo de las infraestructuras, como el trazado del AVE, la ampliación del aeropuerto o el plan de cercanías, a otros asuntos cruciales de la vida política, cultural o deportiva del país.

En el plano político, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, deberá decidir si finalmente ratifica al portavoz del Gobierno y consejero de Economía, Artur Mas como su sucesor. También los conservadores deberán deshojar su margarita y decidir si 2001 es el año del desembarco de Josep Piqué en Cataluña.

La ciudad de Barcelona también se enfrenta a un ejercicio especialmente significativo para asegurar el éxito de Fòrum 2004 y lograr la legalización de la Región Metropolitana.

La solución del grave asunto de la contaminación por los purines, el déficit de especialistas informáticos, la lentitud de la justicia, la recuperación de las inversiones extranjeras y la rentabilización de las instalaciones olímpicas figuran también entre los más destacados retos de este año.