El presidente de Portcastelló quiere retrasar su cese en contra del Consell

La anunciada marcha de Jaime Babiloni de la presidencia de la Autoridad Portuaria de Castellón se ha convertido en motivo de disputa entre la Generalitat y el alto cargo. El gobierno de Zaplana -que le nombró presidente en 1996 -, pretende que Babiloni, salpicado por el polémico uso, todavía no aclarado por el Ministerio de Fomento, de la Visa oro del puerto, y la contratación irregular, según el Grupo Socialista en el Congreso, de un empleado, presente su dimisión voluntaria e irrevocable a principios de año. La destitución del presidente de Portcastelló atenuaría el escándalo ante el inminente pronunciamiento del Ministerio de Fomento sobre el uso que se dio a las tarjetas de crédito. No obstante, Babiloni quiere prolongar su mandato hasta el 21 de enero, cuando se reúna el consejo de administración del puerto, para tener tiempo de preparar y ofrecer en la junta una visión positiva de su gestión al frente de la Autoridad Portuaria, y dar una imagen de normalidad en el traspaso del cargo. El Consell apercibió a Babiloni de su cese, y podría utilizar esta figura como medida de presión para precipitar su dimisión. El siguiente paso sería, con toda probabilidad, nombrar al delegado del Consell en Castellón, Juan José Monzonís, como nuevo presidente del puerto.