La tijera europea

El escándalo del lino en España lo recogieron los órganos de gobierno de la UE, empeñados en ahorrar gastos en el sector agrario, para aplicar la tijera.Se aprobó una reforma del mercado y se fijó una ayuda para el lino similar a la del cereal, cuando antes era cinco veces superior. La nueva subvención quedó fijada en 63 euros por tonelada en función de los rendimientos asignados en cada zona. Para una tierra con un rendimiento de 3.000 kilos sería unas 32.000 pesetas por hectárea (antes era de 120.000).

A esta ayuda por superficie se suma una ayuda por transformación para la fibra corta de unas 15.000 pesetas por hectárea y en el caso de la fibra larga puede llegar a las 32.000 pesetas. En ambos casos, y sobre todo en la fibra corta, las ayudas son insuficientes para atraer a los cultivadores. En consecuencia, el lino ha dejado de ser rentable. Si los agricultores ya han dejado de pensar en el lino como alternativa de cultivo, para la industria transformadora la situación es igualmente negra. En los ultimos años se había constituido un sector transformador, con la creación de hasta 20 sociedades, que prometía engordar con nuevos proyectos.