Conflicto en una hermandad religiosa de Jaén porque hay mujeres en la nueva directiva

Los antiguos dirigentes de una hermandad de Rus (Jaén), todos ellos varones, se niegan a entregar el poder a la nueva junta directiva, elegida el pasado mes de mayo, porque en ella hay ocho mujeres, aunque estará presidida por un hombre. Aseguran que no se trata de una postura machista y sí del mantenimiento de una tradición heredada desde hace cuatro siglos. Entre los que apoyan la tradición se encuentra el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Rus, Martín Ruiz, que ayer dijo que "hay cosas que deben ser de hombres y otras de mujeres".La anterior junta directiva impugnó las elecciones ante el Obispado de Jaén, pero éste ha desestimado sus demandas. Aún así, los anteriores gestores de la hermandad del Santísimo Sacramento se niegan a legitimar a la nueva junta directiva y por eso decidieron airear el tema enviando una carta al Diario Jaén, que ayer publicó la noticia.

El actual presidente de la junta directiva, Diego Poyatos, no descarta acudir a la vía judicial para denunciar una apropiación indebida de la documentación de la hermandad, de las 200.000 pesetas de saldo que tienen en la cuenta y de la custodia que cada año se procesiona en la festividad del Corpus.

Quien ya tuvo que acudir a la Guardia Civil fue el párroco del pueblo, Domingo Pérez, a quien los antiguos responsables de la cofradía consideran el principal instigador del conflicto. En el mes de septiembre denunció un intento de agresión por parte del anterior vicepresidente.

"Es el cura el que ha dividido a la gente, aunque no quiero pensar que con mala fe; si él se fuera se acabaría el problema". Así de contundente se mostraba ayer Martín Ruiz, portavoz del PP en el Ayuntamiento, que gobierna el PSOE, y miembro de la cofradía. Aunque él no pertenece a la anterior junta, sí que defiende la hegemonía del varón en esta cofradía. "Cómo voy a ser machista si en mi candidatura iban tres mujeres ", explicaba ayer el edil ruseño, a quien le escucharon decir en una asamblea que "las mujeres no iban a mangonear".