La denominación de origen ampara una alta producción

Peor calidad de uva

Si el cielo no juega una mala pasada en forma de tormentas, la cosecha de Rioja alavesa para este año va a ser excepcional. Además, la Denominación de Origen (DOC) Rioja ha decidido que el cupo de uva por hectárea que se permite para conseguir esa denominación suba a un 125%, con lo que en total se prevé una cosecha general de 450 millones de kilos de uva para toda la denominación, que serán cerca de 100 en Rioja alavesa. Estas cifras son ciertamente sorprendentes si se comparan con las de años anteriores: en 1999 se recogieron 59,7 millones de kilos de uva, 83 en 1998 y 79,5 en 1997. La diferencia con la cantidad que se estima para este año viene dada tanto por el excelente clima para la vid que ha recorrido todo el año, como por el aumento de plantaciones: si en 1990 había 43.000 hectáreas en toda la denominación, en 1998 el terreno de viña era de 48.000 hectáreas.

Además, los agricultores han conseguido aumentar el rendimiento por hectárea, por la entrada de nuevas plantaciones y la sustitución de cepas viejas por jóvenes.

Todo esto ha llevado a una bajada de la calidad de la uva. Y en su mejora no ayuda para nada la decisión de la DOC de aceptar el 125% del rendimiento de kilos por hectáreas. El Consejo Regulador tiene estimado en unos 6.500 kilos por hectárea de uva tinta, y 9.000 de uva blanca, como máximo para otorgar al producto las etiquetas correspondientes de la DOC. Pero estas cantidades pueden oscilar si hay una buena cosecha, como ocurre este año, y el Consejo Regulador tiene potestad para alterarlas. El problema al que se enfrenta la Rioja es qué ocurrirá este año con esos más de 300 millones de litros que se espera producir, el doble según estiman los expertos de lo que es capaz de comercializar cada año.